Usher en el Super Bowl: Una estrategia musical que va más allá del escenario
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Los beneficios de tal exposición son claros: incrementos significativos en ventas de música, duplicación de tarifas por presentaciones, millones de nuevos seguidores en redes sociales
En un movimiento que fusiona espectáculo y estrategia comercial, Usher asume el escenario del medio tiempo del Super Bowl sin recibir compensación económica por parte de la NFL, una táctica que, aunque pueda parecer sorprendente a primera vista, se revela como un calculado impulso a su carrera y negocios personales.
El Super Bowl, evento cumbre del deporte estadounidense, es también un escenario de invaluable visibilidad para artistas y marcas. No es solo un partido de fútbol americano; es una plataforma de negocios donde se negocian anuncios por $120 millones de pesos, suites de lujo por $45 millones y habitaciones de hotel por $42,875 pesos, todo mientras unos 6,000 miembros de los medios de comunicación observan y reportan cada detalle.
Usher, con dos décadas de trayectoria y múltiples giras internacionales que suman casi $1,715 millones de pesos en ventas de boletos, ve en el Super Bowl la oportunidad de oro para catapultar su más reciente proyecto musical, el álbum ‘Coming Home’. A pesar de su exitoso show en Las Vegas y una audiencia garantizada de 115 millones de personas, el artista se suma a la tradición de actuar sin remuneración directa por parte de la NFL, un fenómeno que ha visto participar a figuras como Prince, Michael Jackson, y Beyoncé.
La financiación del espectáculo corre por cuenta de Apple Music, que aporta alrededor de $850 millones de pesos anuales para patrocinar el evento, permitiendo a la NFL otorgar a Usher un presupuesto de aproximadamente $250 millones de pesos para cubrir todos los gastos de producción y logística. Aunque algunos artistas, como The Weekend y Dr. Dre, han decidido invertir de su bolsillo para amplificar su presentación, la exposición obtenida justifica la inversión.
Los beneficios de tal exposición son claros: incrementos significativos en ventas de música, duplicación de tarifas por presentaciones, millones de nuevos seguidores en redes sociales, y un aumento en la búsqueda de boletos para conciertos. Usher, aprovechando este escenario, lanza su álbum justo antes del Super Bowl y anuncia una gira de conciertos, además de cerrar acuerdos de patrocinio con marcas de renombre.
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Esta sinergia entre el deporte y la música subraya una realidad ineludible del negocio detrás del entretenimiento: la creatividad y la estrategia son esenciales para maximizar las oportunidades de ingresos. El Super Bowl, con su amplia audiencia y su estatus de evento de primer nivel, ofrece una plataforma sin parangón para artistas y marcas por igual.
Usher no solo espera convertirse en uno de los artistas más transmitidos del mundo tras su presentación, sino también generar ingresos millonarios a través de su gira de conciertos y acuerdos de patrocinio, demostrando una vez más que el Super Bowl es mucho más que un juego: es un fenómeno cultural y comercial que ofrece oportunidades únicas para aquellos en su centro de atención.