El ciclo de la destrucción continúa, al igual que la polarización. Se puede seguir recurriendo al pasado para justificar, pero las soluciones no se pueden posponer
Me pongo de pie ante la perversidad de alguien que, pese a su ignorancia y visceralidad, es capaz de ejecutar tan a la perfección un proyecto así de ambicioso: La destrucción de la República
Un incendio forestal en el Parque Nacional de Jasper, en las Montañas Rocosas canadienses, destruyó más de 350 estructuras, pero toda la infraestructura crítica se encuentra intacta, informaron funcionarios
Houston amaneció con cientos de ventanas de hoteles y edificios de oficinas del centro de la ciudad quedaron destrozadas y sus restos llenaban las calles
Quienes formaron parte del sistema político mexicano en las últimas tres décadas, habrían quedado destruidos, entregando toda la fuerza y legitimidad a López Obrador para aplastar las instituciones
Tras el violento paso del poderoso huracán Otis de categoría 5 por Acapulco, que arrasó con todo lo que se puso enfrente, las imágenes de la destrucción muestran el caos por las inundaciones
Los trabajadores ampliaron una grieta para que su maquinaria pudiera pasar por ahí y así evitarse rodeos, pero han comprometido la integridad estructural del inmueble patrimonio de la humanidad
En una habitación totalmente sellada en el Depósito Químico de Pueblo del Ejército en Colorado, un equipo de brazos robóticos desarma parte de las últimas reservas de armas químicas de Estados Unidos
¿Deseamos que ocurra la sexta extinción masiva de especies? ¿Seguirán siendo los permisos ambientales un negocio? ¿Los plásticos se apoderarán de nuestras vidas?
Lo hemos hecho tan mal que el futuro es sombrío y el agotamiento de nuestros recursos naturales y la degradación de nuestro medio ambiente es tan grave
La destrucción del mundo, logro de la nauseabunda camada de políticos cuyos derroteros equivocados han desangrado a incontables naciones y a la Tierra es una obviedad tan obvia como la mediocridad de ese oscuro grupúsculo.
Ni siquiera los creacionistas más acérrimos piensan que todos los sucesos en la Tierra y todos los acontecimientos negativos en la otra Tierra, la Naturaleza, son designio divino u órdenes escritas por los dioses antes de la aparición del ser humano en la Tierra.