Un tribunal federal sentenció el lunes pasado a FCA US, la división de Stellantis en Estados Unidos, a pagar casi 300 mdd por operar de forma fraudulenta las emisiones de los motores diésel entre 2014 y 2016.
Hino Motors, que es un fabricante japonés de camiones que forma parte del grupo Toyota, falsificó sus datos de emisiones desde 2003, según los resultados de una investigación dada a conocer.