Mientras en México hay quien tiene su propio partido político en familia, Mujica −al culminar su gestión presidencial− siguió viviendo en su modesta casa apoyando a su esposa Lucía
Nunca habló con odio de sus adversarios. Predicaba la austeridad, el gusto que le daba vivir ‘liviano de equipaje’, pero nunca se le escuchó criticar al que gustaba de ganar dinero
Esas filosofías de izquierda romántica (pero caduca e irreal) envenenan el ejercicio político, pues sirven de combustible para el populismo que hoy en día amenaza al mundo y tiene secuestrado al continente
Mujica, que nació el 20 de mayo de 1935, fue diagnosticado a finales de abril de 2024 de un cáncer de esófago que lo llevó a ser hospitalizado varias veces desde entonces.
“Se descubrió que tengo un tumor en el esófago, que es algo obviamente muy comprometido y que es doblemente complejo en mi caso, porque padezco una enfermedad inmunológica”, dijo en una conferencia
‘Llámelo dictador, llámelo como quiera’, dijo el expresidente de Uruguay, quien agregó que la desgracia de Venezuela es que tiene mucho petróleo y ‘se ha visto cercado’