Lo que quedó intacta, como parte de sus reformas, fue la digitalización del registro catastral, donde, reportó el Tribuna, una serie de “descuidos” permitió que “defraudadores en Bahía de Banderas ya endeudados, esta omisión y el borrón de sus deudas en los libros catastrales para volver a solicitar millonarios créditos en cuatro bancos a los que ya estaban sujetos, desatando el mayor desfalco a la banca en la historia de Nayarit”.