Astrología: Qué es y cómo nos ayuda a predecir nuestro futuro

Uno de los conceptos más frecuentes que se han escuchado en los últimos años y que las personas utilizan con mayor recurrencia, para conocer su futuro en diversos temas, como el amor, salud, dinero o trabajo, es la astrología y a continuación te contamos qué es la astrología.

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Cada vez encontramos en más lugares el horóscopo o algún tipo de predicción sobre el futuro, incluso la propia Inteligencia Artificial ha comenzado a sacar sus propias predicciones y ya se volvió un recurso bastante utilizado en esta nueva herramienta tecnológica.

¿Qué es la astrología?

La astrología se describe como el arte de interpretar la configuración y ubicación relativa de los astros y sus constelaciones, con fines adivinatorios, psicológicos y/o como una manera de hallar patrones útiles dentro de la realidad. Su nombre proviene del griego astrón “estrella” y logos “discurso”.

Para poder realizar esas interpretaciones, principios y conclusiones, la astrología aplica diversas tradiciones simbólicas y antropológicas como la numerología, el lenguaje alquímico, el tarot y distintas mitologías, en particular, el zodíaco.

La astrología también se entiende como una práctica milenaria compartida por muchas civilizaciones distintas, como la china, la hindú o la occidental. Es importante que este arte no se confunda con la astronomía, la cual es una rama de la ciencia especializada en los cuerpos celestes.

Uno de los conceptos con mayor relación es la astrología son los 12 signos zodiacales, estos son: Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpio, Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis, y suelen estar asociados a ciertos referentes de la mitología griega, ya que fueron los antiguos helenos quienes nombraron las constelaciones; cada persona tiene un signo diferente dependiendo su fecha de nacimiento.

Finalmente, cabe mencionar que la astrología no es una ciencia, incluso se considera como una pseudociencia y una disciplina que establece sus propias reglas de juego y que puede arrojar conclusiones inverificables, por lo que no debe considerarse como una verdad absoluta ni una ciencia exacta.