Según un nuevo estudio de la OMS, una de cada 8 personas en el mundo sufre obesidad, siendo la forma más común de malnutrición
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Según un estudio de la OMS publicado en la revista The Lancet, una de cada ocho en el planeta, sufren obesidad y advierte que esta enfermedad se ha convertido en la forma más común de malnutrición
GINEBRA- Este nuevo estudio que fue realizado la Organización Mundial de la Salud en colaboración con el Imperial College de Londres, tomando en cuenta los datos de más de 190 países y revela que entre los niños y adolescentes del mundo la tasa de obesidad en 2022 era cuatro veces superior a la de 1990, en tanto que, en los adultos, esta tasa se duplicó en las mujeres y casi se triplicó en hombres.
”Las cifras de obesidad se han estabilizado en muchos países ricos, pero aumentan rápidamente en otras partes del mundo como Asia o Latinoamérica”, explicó al presentar el estudio, que coincide con el Día Internacional contra la Obesidad que se celebra hoy, uno de sus autores, el profesor del Imperial College Majid Ezzati.
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De acuerdo con artículo escrito por Ryan O’Hare publicado el pasado 29 de febrero en el sitio web del Imperial College, los investigadores es calculan que en “2022, 159 millones de niños y adolescentes y 879 millones de adultos vivían con obesidad”, y prosigue O’Hare que de acuerdo con los investigadores, los últimos hallazgos muestran la necesidad urgente llevar a cabo políticas integrales con el propósito de abordar “la carga de la desnutrición, incluida la mejora de la accesibilidad y asequibilidad de alimentos nutritivos, así como estrategias de prevención y gestión de la obesidad y el bajo peso”.
En opinión de Ezzati “es muy preocupante que la epidemia de obesidad que era evidente entre los adultos en gran parte del mundo en 1990 se refleje ahora en los niños en edad escolar”, continúa explicando que “al mismo tiempo, cientos de millones siguen afectados por la desnutrición, particularmente en algunas de las partes más pobres del mundo. Para abordar con éxito ambas formas de desnutrición es vital que mejoremos significativamente la disponibilidad y asequibilidad de alimentos saludables y nutritivos”.
Es nuevo estudio, calcula que alrededor de 159 millones de niños y adolescentes de entre 5 y 19 años padecían obesidad en 2022, mientras que en los adultos se elevó a los 879 millones de personas, lo que represent que un 43 % de la población adulta mundial de ese año sufría sobrepeso.
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”Es muy preocupante que la epidemia de la obesidad que era evidente entre los adultos en gran parte del mundo en los años noventa se refleje ahora también en los niños y adolescentes”, precisó Ezzati.
Por otra parte, el estudio además constata que entre 1990 y 2022 la proporción de menores enfermos por insuficiencia ponderal (bajo peso en relación con la edad) registró una disminución en una quinta parte entre las niñas y en más de un tercio entre los niños, mientras tanto, entre los adultos registró una caída en más de la mitad durante este mismo periodo.
El aumento de los niveles de obesidad sumado a esta disminución del número de personas con insuficiencia ponderal desde 1990 ha causado que el sobrepeso en la forma más común de malnutrición en la mayoría de los países.
Francesco Branca, director del Departamento de Nutrición y Seguridad Alimentaria de la OMS, indicó que es “insuficiente nutrición y obesidad son dos caras de un mismo problema, la falta de acceso a dietas sanas”.
En este sentido, Branca detalló que mientras la alimentación insuficiente coloca en mayor riesgo tanto de enfermedad como muerte a muchos niños, especialmente en regiones como el este de África o el sur de Asia, la obesidad puede provocar enfermedades cardiovasculares, diabetes o incluso algunos tipos de cáncer.
ESTE ESTUDIO ES UN ANÁLISIS GLOBAL
En el último estudio, precisa O’Hare en su artículo, los investigadores realizaron un análisis sobre las tendencias en obesidad y bajo peso, ambas son formas de desnutrición, y a que a su vez son perjudiciales para la salud en muchas personas.
Para poder llevar a cabo este estudio, los investigadores examinaron las medidas de peso y altura “de más de 220 millones de personas de cinco años o más (63 millones de personas de cinco a 19 años y 158 millones de 20 años o más), en representación de más de 190 países”, señala O’Hare
Más de 1,500 investigadores colaboraron en el estudio, que “analizó el índice de masa corporal (IMC) para comprender cómo la obesidad y el bajo peso han cambiado en todo el mundo entre 1990 y 2022”, explica O’Hare.
DE ACUERDO CON EL ESTUDIO HAY DIFERENCIAS HAY DIFERENCIAS ENTRE PAÍESES Y CONTINENTES
Tomando en cuenta los datos recopilados, los países en donde prevaleció una mayor obesidad en 2022 son los archipiélagos del Pacífico y el Caribe, en donde alrededor de dos tercios de los adultos son obesos.
Mientras que, en lo que se refiere al continente europeo, el Reino Unido incrementó su tasa de obesidad del 13.8 % en 1990 al 28.3 % en 2022 en las mujeres y del 10.7 % al 26.9 % en los hombres, con una prevalencia de la obesidad que lo ubicó en el puesto 87 en el mundo en las mujeres y en el 55 para los hombres en el año 2022.
Mientras que por el contrario, China ocupó el puesto 190 en el mundo para las mujeres, siendo el undécimo más bajo del ranking mundial, y el puesto 149 para los hombres, el 52 más bajo, en 2022.
Por su parte, Branca resaltó que se requieren políticas de prevención para reducir la obesidad, y citó los progresos alcanzados en países tales como Francia o España han consiguieron lograr reducir el sobrepreso de las mujeres del país.
CRISIS MUNDIALES TAMBIÉN SON UN FACTOR DE RIESGO EN CUANTO A LA OBESIDAD
Según el doctor Guha Pradeepa, quien es coautor del estudio, los problemas mundiales actuales entre ellos, el cambio climático, las interrupciones causadas por la pandemia o los conflictos pueden originar que empeorren los índices mundiales en ambas formas de desnutrición, al aumentar la pobreza y el costo de los alimentos ricos en nutrientes.
Debido a esta situación, los expertos considern que es necesario llevar a cabo políticas integrales con el objtivo de abordar estos desafíos, entre ellas, normativas sobre la comercialización de alimentos y bebidas nocivos dirigidos a niños.
Así mismo, sugieren crear iniciativas que regular la venta de productos que tienen un alto contenido en grasas, azúcares y sal cerca de las escuelas, así como además, políticas de precios y etiquetado nutricional para promover dietas más sanas.
Por último, Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, precisó que para lograr alcanzar los objetivos mundiales en cuanto a la reducción de la obesidad, deberá llevarse a cabo un trabajo conjunto tanto de los gobiernos, como de las comunidades y los organismos nacionales de salud pública, así como también de la cooperación del sector privado, que “debe rendir cuentas de las repercusiones sanitarias de sus productos”, concluyó Ghebreyesus.
Con información de la Agencia EFE, el Imperial College London y The Lancet.