¿Te peleas con tus tíos por los terrenos de la abuela? Según Harvard, por estas razones discutimos en Navidad

Vida
/ 6 diciembre 2024

Y cómo evitar los conflictos con tu familia al momento de estar partiendo el pavo

La época de magia, llena de luces, regalos y el anhelo de compartir momentos especiales con nuestros seres queridos, Navidad, está por llegar; sin embargo, pese a la idealización de las reuniones familiares, también se esconden tensiones y conflictos que a menudo surgen en la mesa.

La cena de Navidad es un espacio donde diferentes generaciones, puntos de vista y experiencias. Este encuentro, aunque lleno de buenas intenciones, también puede ser un campo de batalla con desacuerdos de años.

Un análisis realizado por expertos de la Universidad de Harvard revela que las razones psicológicas detrás del fenómeno y propone estrategias para disfrutar sin conflictos.

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¿POR QUÉ PELEAMOS EN NAVIDAD?

La temporada decembrina puede llegar a ser muy estresante; los gastos, las filas, el trabajo que no espera, las vacaciones de los más pequeños, hasta planear el presupuesto para los menús y más son algunos factores, así como:

- Los gastos extra es uno de los factores que más estresa (seis de cada diez así lo reconoce);

- Las compras de regalos navideños;

- La alimentación excesiva;

- La preparación de comidas y cenas;

- Tener que ver a personas que no desea;

- Mantener conversaciones indeseadas con familiares;

- La cantidad de compromisos en la agenda;

- El estrés navideño;

- Los recuerdos tristes;

- Las emociones a ‘flor de piel’;

- El consumo de alcohol puede alimentar discusiones, reduciendo inhibiciones y nos cuesta mantener la calma.

La Navidad no solo simboliza unión, sino también una mezcla de emociones intensas. La nostalgia, el estrés de los preparativos y las expectativas emocionales generan un ambiente en el que las diferencias parecen amplificarse.

De acuerdo con Justin Gillis, terapeuta clínico y colaborador en este estudio con la Universidad de Harvard, la Navidad puede hacer que las personas se sientan más vulnerables emocionalmente.

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¿CÓMO NO DISCUTIR EN NAVIDAD?

Además, factores externos como el cansancio, el consumo de alcohol y las situaciones económicas complejas pueden ser detonantes de discusiones. Para minimizar los conflictos, los expertos de Harvard recomiendan:

- Establecer límites claros: Si eres anfitrión, fija un horario para concluir la reunión. Si eres invitado, planifica cuándo retirarte;

- Evitar temas sensibles: Aléjate de temas como política, religión o decisiones personales que puedan generar controversia;

- Tomar descansos: Busca momentos de calma alejándote del grupo si sientes que las emociones se intensifican;

- Redirigir conversaciones: Prepárate con frases corteses para cambiar de tema si surge un tópico incómodo;

- Practicar la empatía: Recuerda que un desacuerdo puede reflejar el interés genuino de la otra persona en lo que piensas. Responde con respeto y compasión.

- Pero sobre todo, recuerda por qué estás aquí y en este lugar: crea recuerdos navideños agradables con tu familia.

Más allá de los roces, la Navidad es también un momento propicio para la reconciliación y el fortalecimiento de los lazos familiares. A veces, una disculpa o un gesto amable puede transformar tensiones en nuevos comienzos.

Las discusiones durante la Navidad no son inusuales y pueden ayudar a las familias a abordar sus problemas con empatía, aunque es crucial tener expectativas realistas y fomentar la comunicación abierta, para crear un ambiente festivo con armonía y empezar el próximo año con ‘el pie derecho’.

(Con información de El Universal)

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