15 días sin Marta, ciudadana colombiana desaparecida en Ramos Arizpe; buscan en ciudades vecinas

“Mami, Marta”, “Mami, mami, tus hijos y esposo te están buscando”, así resuenan desde el domingo 14 de mayo altavoces en la zona rural del municipio de Ramos Arizpe, en la región Sureste de Coahuila, en busca de Marta Granados, ciudadana colombiana extraviada.

Marta, de 78 años de edad, es esposa de Carlos Castelblanco Rozo y madre de Juan Pablo y Fernando, todos ciudadanos colombianos residentes en México desde hace 17 años. Carlos Castelblanco, de oficio ingeniero agrónomo, fue requerido por el propietario de un rancho para que prestara sus servicios de asesoría a agricultores.

“Volaron de Querétaro a Monterrey, el sábado 13, porque ellos residen en San Juan del Río, Querétaro. Llegaron a Monterrey alrededor del medio día”, narró Juan Pablo Casteblanco. “El dueño del rancho los recogió y los trasladó por carretera hasta el rancho y los instaló. El dueño se regresó a Monterrey, los dejó con el capataz y la familia”.

De acuerdo con el relato, el acuerdo entre el propietario del rancho “Las Rusias” y el agrónomo, era hacer un trabajo de capacitación del capataz y los trabajadores de domingo a miércoles, pero el domingo, el capataz canceló la primera sesión y se retiró del rancho.

La pareja se quedó sola en el rancho, que está aproximadamente a siete kilómetros de la carretera 57, por una terracería. El agrónomo decidió adelantar labores y salió del rancho hacia la huerta para realizar labores de diagnóstico. Iba acompañado de Marta.

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El rancho comprende 600 hectáreas, pero el perímetro donde se ubicó el matrimonio está cercado con malla y tiene una extensión de aproximadamente 20 hectáreas. En el sitio está una casa y la huerta, donde el esposo de Marta trabajó, se encuentra a no más de 300 metros.

“Ahí hacen el diagnóstico y después de un tiempo (Marta) le reporta a mi papá que está un poco cansada y que se va a regresar a la casa. Ella se regresa y mi papá termina la tarea y cuando regresa, solo encuentra el libro abierto que estaba leyendo mi mamá sobre la mesa, pero mi mamá no está”.

Entre el aviso de Marta y el regreso de su esposo a la casa pasaron máximo unos 40 minutos, dijo Juan Pablo Casteblanco. También relató que el sitio alrededor se encontraba sin algún signo de violencia o forcejeo.

“Luego mi papá comienza una búsqueda por los cuartos, los recovecos de la casa, no la encuentra. Pasa a los corrales, las bodegas; sale y busca a la zona de la huerta, pero no la encuentra”.

El extravío de Marta fue reportado por su esposo en primera instancia al capataz del rancho, quien organizó una cuadrilla de búsqueda con una decena de vecinos, quienes comenzaron el rastreo por el rancho, y una cañada que pasa al lado del sitio. Esta búsqueda inició a las 17:00 horas del domingo 14 de mayo y se suspendió a las 02:00 horas del 15 de mayo.

Marta presenta una condición de salud que se llama deterioro cognitivo leve, puede tener episodios de desubicación por segundos o minutos, que si no está a su lado una persona ancla, la desubicación incrementa.

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Ese mismo día, se incorporaron a la búsqueda agentes de la Policía Municipal de Ramos Arizpe y personal de Protección Civil con binomio canino, sin éxito. El martes, el operativo de búsqueda se intensificó; se incorporaron agentes de la Fiscalía General del Estado, de la Policía de Investigación Criminal, de la Policía Civil, y la Comisión de Búsqueda estatal.

Al menos 45 personas buscaron a Marta por tierra, mientras que por aire un helicóptero realizaba sobre vuelos. El personal de Protección Civil continuó la búsqueda con dos drones con cámaras térmicas y tecnología especializada en búsqueda de personas; los binomios volvieron, pero no hubo resultados.

Juan Pablo Castelblanco dijo que al menos 11 kilómetros a la redonda desde el punto donde se perdió el rastro de Marta, fueron explorados. “Nadie la vio, por aquí no pasó, aquí no estuvo. O sea, se desapareció, pero se desapareció como si se la hubiera tragado la tierra”.

El acompañamiento de la autoridad continuó hasta el jueves. “La Fiscalía, respondió con el primer operativo, con toda la contundencia del caso, pero no encontramos nada y ellos también están en una situación complicada porque no pueden dar respuesta. ‘No la encontramos, no la encontramos y no podemos saber qué pasó’, dicen”.

El operativo en la zona ejidal se movió hacia la carretera federal 57, México- Piedras Negras, en el tramo Saltillo-Monclova. Esto debido a que una primera hipótesis tenía que ver con la condición de salud de Marta, las autoridades veían la posibilidad que al regresar del episodio de desubicación haya buscado la manera de regresar a Querétaro y haya caminado hasta la carretera, donde habría podido ser auxiliada por alguien.

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Francisco Juárez, vecino de la familia Castelblanco Granados ha colocado mantas en las comunidades de Santo Domingo y Las Encinas, municipio de Ramos Arizpe, su esposo e hijo han acompañado a sus vecinos en las búsquedas y han llegado hasta el municipio de Monclova, donde han hecho perifoneo para enterar a la población y obtener datos que aporten en la localización de Marta.

Con el paso de las horas, la angustia entre los seres queridos de Marta incrementa. “Las autoridades han estado con nosotros, la respuesta es rápida, pero no hay respuesta con respecto a su localización”, dijo Juan Carlos Castelblanco.

“Asumo que las autoridades están como nosotros de frustrados de no poder generar un indicio para poder realizar una investigación como tal. Ahorita se limita como a una búsqueda, y a repasar la zona, y volver a hablar con la gente. Estamos topando con pared y no logramos romper esa pared para avanzar”.

A dos semanas de la desaparición, familiares y amigos han intensificado acciones para obtener resultados. Han colocado mantas dando a conocer la búsqueda en sitios públicos y puentes peatonales de Saltillo, Ramos Arizpe y Monclova.

El Consulado General de Colombia en México está enterado del caso y ha emitido un comunicado al respecto, en el que refiere que dan seguimiento al caso a la par de la Policía Nacional colombiana.