Clase trabajadora sufre estrés laboral, depresión y ansiedad; urge reducir jornada laboral, dice abogada coahuilense
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El IMSS reporta que el 75 por ciento de la clase trabajadora sufre trastornos relacionados con el estrés laboral y el 15 por ciento presenta depresión y ansiedad, lo que termina por afectar la producción y aumentan los riesgos de accidente de trabajo.
Por ello, señaló Rosario Jiménez, abogada laboralista, urge que las cámaras de Diputados y del Senado aprueben la reducción de la jornada laboral semanal de 48 a 40 horas, y aun así México iría muy atrás de países desarrollados donde algunos ya aprobaron jornadas de 32 horas y otros más están en ese proceso.
“La iniciativa plantea no nada más reducir la jornada laboral, sino dos días de descanso, porque el ser humano necesita crecer en la dimensión física, mental y anímica. Para que una persona pueda ejercitar el cuerpo y dormir 7 horas requiere descanso y esto se lo dan dos días a la semana”.
“La dimensión mental no la podemos descuidar, estamos conformados en el cerebro por 100 mil millones de neuronas y la misma cantidad de conexiones; el tubo digestivo tiene 500 millones de neuronas y el corazón 45 mil neuronas”.
Una persona que está sometida a una jornada excesiva tiene, según la Norma Oficial Mexicana, 35 problemas a nivel mental, digestivo y del corazón, y pasada cierta cantidad de horas de trabajo, lo dice la Organización Internacional del Trabajo, desarrolla problemas de estrés, lo que genera que pueda sufrir incapacidades laborales y mayores costos en los sistemas de seguridad social, explicó.
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En cuanto a la dimensión anímica, para que una persona pueda encontrarse feliz necesita tiempo para sí misma y para la familia, sin embargo, las largas jornadas laborales le absorben el tiempo y la energía y la reforma promueve que no se trasladen los costos productivos de las empresas a los trabajadores como siempre ha ocurrido.
Consideró que reducir la jornada laboral semanal de 48 a 40 horas es factible y las pequeñas empresas, de no más de 30 trabajadoras, y las medianas empresas, que no tienen más de 60 trabajadores, pudieran recibir exenciones fiscales para salir adelante en el periodo de adaptación, como moneda de cambio, tomando en cuenta que generan el 85 por ciento de los empleos en el país.
“Lo que no es posible pensar, es que sigamos con una jornada tan amplia, cuando los países con mayor productividad y que capacitaron a sus trabajadores, hablan de 32 horas de jornada laboral”.
La productividad, aseguró, se incrementa cuando se armonizan las dimensiones física, mental y anímica, lo que se logra con un estado de bienestar y un trabajo decente y capacitación laboral, lo que implica descansar dos días a la semana.