Coahuila: hasta 15 reportes al día por llamadas de extorsión; roban hasta 50 mil pesos
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Pese a que persiste alza en denuncias, en contraste disminuyó el número de personas que caen en las estafas
Las llamadas telefónicas de extorsión se mantienen en aumento en los últimos meses en Coahuila, como en todo el país, y aunque continúa siendo el delito cibernético más reportado, las autoridades destacan que cada vez menos personas caen en esta mecánica que opera, en muchos casos, desde centros penitenciarios del país.
De acuerdo con la Policía Cibernética de la Secretaría de Seguridad Pública de Coahuila, durante los meses de julio, agosto y septiembre de este año, la autoridad ha identificado un incremento en el cúmulo de reportes por estas causas, llegando a registrar hasta 15 al día.
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Anahí Pérez García, titular de la Policía Cibernética de Coahuila, destacó que mientras al cierre del año pasado, el delito de extorsión telefónica representaba al 40 por ciento del total de los reportes hacia dicha dependencia, para este año ya asciende al 56 por ciento de ese universo donde caben otros delitos virtuales como el acoso, el robo de identidades, el bullying y la violación a la intimidad.
Sobre los casos, la funcionaria reveló que a pesar de que la incidencia se ha visto incrementada, el número de personas caen en la extorsión, por ejemplo depositando cantidades de dinero a delincuentes, pasó de un 25 a un 10 por ciento del total de víctimas de extorsión en el estado.
“Pensamos que las campañas y la publicación de los números también han ayudado. Puede haber más incidencia de este gran problema que existe a nivel nacional, pero cada vez menos gente está cayendo”, indicó Anahí Pérez.
La funcionaria detalló que los casos en que se han reportado mayores pérdidas son aquellos en los que la extorsión avanza a tal grado que termina convirtiéndose en un secuestro virtual, donde se han visto escenarios de personas que han entregado sumas desde los cinco mil hasta los 50 mil pesos.
“Estos son casos donde la gente a raíz de la amenaza proporciona información sobre su familia. Entonces, se vuelven a comunicar ya con información, empiezan a dar datos que sí son muy reales y que a la gente los hacen creer que se trata efectivamente de un secuestro”, explicó Pérez García.
Sobre el rastreo e identificación de los teléfonos, Anahí Pérez dice que las autoridades en conjunto han logrado definir que muchas de estas llamadas son popularmente realizadas desde centros de reinserción social ubicados en Tamaulipas, Ciudad de México y Jalisco.
Sin embargo, el rastreo total se ha complicado porque los delincuentes utilizan números virtuales y “Chip Express”, servicios que ya no están limitados a compañías telefónicas mexicanas.
Según Anahí, aunque existen avances y mientras se disipan otros retos por resarcir a nivel legislativo, todavía sigue siendo necesario adoptar medidas preventivas, como la restricción de llamadas a teléfonos desconocidos; en caso de que se reciba, primero escuchar lo que digan y no proporcionar información, así como la creación de planes familiares donde se establezcan medidas para identificar que se trata de extorsiones.