Europa restringe redes sociales a menores de 16; en Coahuila observan ‘falta de supervisión en casa’

En un contexto marcado por amenazas de tiroteos, un incremento en los casos de bullying y mayores afectaciones a la salud mental de niñas, niños y adolescentes en Coahuila, distintos actores del ámbito educativo coincidieron en que el principal problema no es la falta de regulación del uso de redes sociales, sino la poca supervisión familiar del uso que los menores dan a sus dispositivos móviles.

Estas problemáticas no son exclusivas del estado, sino que el tema preocupa a nivel global. Prueba de ello es que, hace aproximadamente una semana, la Unión Europea aprobó una propuesta para fijar en 16 años la edad mínima para abrir cuentas en redes sociales, al advertir que su uso puede afectar la salud física, mental y emocional de los menores.

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En el ámbito local, la presidenta de la Asociación Estatal de Padres de Familia, Itzel Fuentes, sostuvo que para menores de 16 años las redes sociales son innecesarias y recordó que su uso implica compartir información personal sin comprender los alcances.

Señaló que la falta de supervisión es común debido a las dinámicas laborales de madres y padres y enfatizó que, aunque no se pueda estar presente todo el día, es responsabilidad revisar los dispositivos, activar controles, preguntar y establecer límites.

Consideró que la distribución de contenidos a través de redes sociales también influye en conflictos escolares que terminan escalando a situaciones graves, como agresiones entre actores educativos, las cuales, en el contexto local, fueron evidentes durante este año.

Por su parte, la diputada local y docente Magaly Hernández coincidió en que madres y padres deben monitorear de manera constante los celulares, tabletas y videojuegos de sus hijos, pues su uso puede derivar en diversas problemáticas, desde el contacto con desconocidos hasta la exposición de información personal.

Recordó que, desde la perspectiva educativa, la edad más adecuada para que un menor tenga acceso a estos dispositivos suele ubicarse a nivel secundaria, aunque insistió en que la supervisión adulta es indispensable.

REVISARÁN EL TEMA EN LEY ESTATAL DE EDUCACIÓN

La legisladora adelantó que la próxima semana sostendrán una reunión con actores del sector educativo para revisar la nueva Ley Estatal de Educación, cuyo proceso de actualización avanza luego de casi 30 años de su expedición, así como la posibilidad de incorporar protocolos relacionados con el uso de dispositivos móviles dentro de las escuelas.

Explicó que el impacto emocional que pueden generar prácticas aparentemente inofensivas, como fotografiar a un compañero para convertirlo en un sticker, ha provocado incluso ausencias escolares, lo que vuelve urgente replantear las reglas de convivencia digital.

Como docente, compartió la experiencia de su escuela, donde se implementó un sistema de recolección de celulares cada mañana. Antes de entrar a clase, los alumnos depositaban sus teléfonos en una caja y los recuperaban al final de la jornada; lo que favoreció la convivencia, regresó el deporte durante los recesos y mejoró el rendimiento académico al eliminar distracciones por lo que dijo, se estaría proponiendo algo similar para que sea considerado como un protocolo estatal.

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Para otros maestros consultados, el ciberacoso es hoy uno de los mayores desafíos dentro de las escuelas, ya que las plataformas permiten agresiones fuera del aula y exponen a los menores a contenidos inadecuados que influyen en su comportamiento.

La preocupación incluso ha surgido entre los propios estudiantes de Coahuila, quienes en el Parlamento Juvenil destacaron que las redes sociales incentivan retos riesgosos y facilitan el acoso entre compañeros.

¿HAY REGULACIÓN EN COAHUILA?

-En el estado no hay una ley que regule el uso de redes sociales para menores de edad.

-La Ley Estatal de Educación no prohíbe los dispositivos móviles, pero exige que en primaria y secundaria no se utilicen como distractores durante clases.

-El Manual de Convivencia prohíbe el uso de dispositivos en clase salvo indicación docente y obliga al uso responsable de tecnologías, evitando ciberacoso y respetando la privacidad.