Invitan a denunciar ‘arrimones, manoseos y miradas incómodas’ en transporte urbano de Saltillo

“¡HAZME EL PARO! Si ves arrimones, manoseos, miradas incómodas, etc., me están acosando”. Este es el mensaje que se lee en algunos camiones de la ruta Saltillo-Ramos Arizpe para auxiliar y proteger a las mujeres que sean víctimas de esos actos.

Los concesionarios de la ruta diseñaron un programa contra el acoso sexual que sufren las pasajeras abordo del transporte público, con un claro y directo mensaje bastante entendible para los usuarios y usuarias que utilizan esas unidades.

En el comunicado que aparece en carteles pegados a las ventanillas se indica que el acoso sexual es inaceptable y piden denunciar ese delito. Recomienda que las víctimas pidan ayuda de inmediato y a los testigos no quedarse cruzados de brazos, sino apoyar a la mujer.

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El mensaje sugiere a la víctima poner en evidencia al acosador, informar al conductor, que está capacitado para auxiliar y dar parte a las autoridades correspondientes. A los otros pasajeros se les pide solicitar apoyo de la policía, servir como testigos y apoyar a la víctima.

Al conductor del camión se le solicita llamar a la policía y bajar al acosador de la unidad.

“No me gusta que me acosen. Nada justifica la violencia contra la mujer”, son las palabras que cierran el mensaje.

En el libro “Acosadores a bordo”, la investigadora Diana Infante Vargas presentó el resultado de más de 600 encuestas y 12 testimonios de usuarias del transporte urbano en Saltillo y reveló que el 96 por ciento viajan con temor a ser acosadas o abusadas sexualmente.

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Tras dos años de trabajo -2020 y 2021-, la arquitecta y especialista en Planeación y Diseño Urbano por la Universidad de Cardiff en Reino Unido, quien sufrió en carne propia el acoso sexual en el trasporte público de esta capital en 2019, encontró que solo el 4.10 por ciento de las mujeres que experimentaron acoso y violencia sexual levantaron un reporte.

Las víctimas no denuncian las agresiones porque son revictimizadas por parte de las autoridades, quienes les preguntan cómo iban vestidas o a qué horas viajaban, y es una de las principales conclusiones.