Por eso mismo ha causado gran indignación el ofensivo sainete de las diputadas de Morena que hicieron de guardaespaldas del atorrante dizque legislador Cuauhtémoc Blanco, para allanarle su acceso a la tribuna de la Cámara de Diputados, asunto degradante que nos lleva a recordar a don Daniel Cosío Villegas y su ensayo “La crisis en México”, de 1946, donde critica a los legisladores de esa época en que no había mujeres en el Congreso: “A los ojos de la opinión nacional, nada hay tan despreciable como un diputado o un senador; pues han llegado a ser la unidad de medida de toda la espesa miseria humana”.