‘Matemáticas y español no deben estar en campos formativos’, advierte experto colombiano sobre NEM

A pesar de promover el conocimiento mediante la “epistemología relacional”, centrada en la construcción colectiva del saber, Yuner Ismar Flórez Eusse, doctor en derecho docente de la Universidad Católica Luis Amigó en Medellín, Colombia, así como profesor de procesos de investigación en la Escuela Normal Superior “La Merced” en dicho país, señaló que la Nueva Escuela Mexicana, aunque incorpora algunos principios de esta postura, cae en excesos al integrar dentro de los campos formativos materias esenciales para el desarrollo, como las matemáticas y español.

Según información del gobierno federal, la Nueva Escuela Mexicana (NEM) es un proyecto educativo con enfoque crítico, humanista y comunitario para formar estudiantes con una visión integral, cuyo aprendizaje se lleva a cabo a través de cuatro campos formativos: Lenguajes, Saberes y Pensamiento Científico, Ética, Naturaleza y Sociedades, y De lo Humano y lo Comunitario.

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Este modelo no elimina las materias tradicionales, pero sí las agrupa en bloques interdisciplinarios con el objetivo de formar ciudadanos con valores, conscientes de la diversidad cultural y comprometidos con la transformación social.

Yuner Flórez advirtió que agrupar contenidos de forma tan amplia podría dificultar la profundización en los saberes.

“Termina siendo eso una “revoltura” de tantas cosas, pero al final no son tan concretas”, dijo.

Flórez Eusse ha desarrollado una propuesta epistemológica que denomina “epistemología relacional”, centrada en la construcción colectiva del conocimiento, contextualizada en el entorno y la experiencia humana. Pese a su respaldo al enfoque relacional, advierte sobre el peligro de caer en posturas extremas.

“Lo peor que se puede hacer es siempre caer en los extremos. Ya nos decía Aristóteles desde hace muchos años ‘no hay que pecar ni por exceso ni por defecto’.” dijo.

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“La idea es que mantengamos un equilibrio. Sí, es cierto, prestémosle atención a las emociones, prestémosle atención al bienestar, pero sin dejar de lado la razón, la racionalidad, ni la razonabilidad práctica, porque ambos constituyen elementos que le son propios del ser humano. Si siempre nos inclinamos a un lado o al otro, vamos a estar incompletos.” añadió.

Consideró que las materias tradicionales deben conservarse como base para el desarrollo académico, complementadas con nuevos enfoques y recursos educativos, de lo contrario, señaló, se limita el desarrollo profundo del pensamiento.

“Eso va a ser que estemos por ‘encimita’ desarrollando posturas pero que no lleguemos a ninguna profundidad, y la falta de profundidad, por supuesto, va a menguar el desarrollo y el avance en cada una de esas áreas y disciplinas”, comentó el académico.