Reducir la jornada laboral aumentaría costos de producción entre un 15 y 20 por ciento, asegura GIS
COMPARTIR
Reducir la jornada laboral semanal de 48 a 40 horas provocaría un aumento inmediato en los costos de producción del 15 al 20 por ciento, con un mayor impacto en las micro, pequeñas y medianas empresas, aseguró Juan Carlos López Villarreal, presidente del Consejo de Administración del Grupo Industrial Saltillo.
“Todos estamos de acuerdo en seguir mejorando las prestaciones de los trabajadores, se ha hecho mucho al respecto en estos últimos años, y todos estamos de acuerdo en ir a una jornada laboral reducida, pero tiene que ser gradual para poder ir compensando con productividad y el gasto adicional que se tendrá por los trabajos adicionales que se deberán crear”.
“Abogamos por la gradualidad, viendo los ejemplos de otros países, no todos se han ido de 48 a 40, hay países que se han ido a 45 en una primera fase, a 43, ver qué sectores lo sustentan y en cuáles sería contraproducente, pero vamos en el camino correcto”.
El panorama más complicado sería para las Mipymes, que enfrentarían mayores dificultades económicas, incluso podría dar lugar a mayor informalidad, porque si no cubren prestaciones de ley, como el Seguro Social o Infonavit, menos posibilidades tendrán de pagar un día sin ser laborado.
TE PUEDE INTERESAR: Saltillo: jornada laboral de 48 horas semanales es nociva para los trabajadores, afirma especialista
Las empresas deberán modificar los sistemas de operación para mantener los niveles de productividad con menos horas trabajadas, pero se prevé que el impacto directo elevaría los costos de producción del 15 al 20 por ciento, en promedio.
“En estos momentos no es viable, porque sería un impacto fuerte en el costo, lo que repercutiría en la inflación, tenemos una inflación alta, y ya hemos tenido otros costos adicionales, como la limitación de outsourcing, los días de descanso que se incrementaron por año, el incremento para el fondo de pensiones de los trabajadores”.
“Son prestaciones que se han dado, pero han ido impactando en el costo de la mano de obra y de alguna manera ha repercutido en la inflación que tenemos actualmente. Lo más prudente y aconsejable es pausar esto, y lo están haciendo bien, mandando al próximo año la discusión y probablemente iniciar la implementación en el 2025”, concluyó.