La aventura de cruzar Saltillo en transporte público de sur a norte
Vivo en el sur de Saltillo, pero estudio o trabajo al norte. La manera más costeable de moverse es el transporte público: ¿cuánto dinero, y tiempo, le cuesta al usuario recorrer su trayecto diario a través de la ciudad?
La combi, la ruta, el camión, colectivo o autobús: como quieras nombrarlo. Se refiere al mismo modo de transporte. Suele ser el de menor costo y en Saltillo es el único modo de transporte público.
Kristopher Nava, estudiante de 25 años de edad y originario de Piedras Negras, lleva tres años enfrentándose a este modo de transporte de la capital. Hoy, al igual que casi todos los días de la semana, debe atravesar la ciudad de sur a norte para ir a la escuela, trabajar y hacer el resto de sus quehaceres.
En esta ocasión, va de la colonia Lomas del Refugio al Bulevar José Musa de León para ir a clases.
“De la casa a la escuela, más o menos, hago una hora, dependiendo del tráfico. De regreso hago una hora y media. Si es un poquito más (Considerando los demás trayectos de su rutina) al día pasó 5 o 6 horas en la combi”, dijo Kris en entrevista.
10:22 A.M.- Toma la ruta 17 en la Carretera a Zacatecas, a la altura de Lomas, donde vive. En esta ocasión es el único pasajero en subir. Tomar el camión a media mañana es levemente más cómodo, pues no viene tan lleno como vendría más temprano. Alcanza el último asiento disponible. Suena el rumor del mofle y la combi arranca con su típico traqueteo.
En una ciudad que supera ya el millón de habitantes, el servicio y la calidad del transporte público no es un tema nuevo entre la población. Recordemos, por ejemplo, cuando fue introducido el Saltibus en el 2013. El proyecto pretendía implementar rutas con terminales para tarjetas de prepago, las cuales el usuario podía recargar con saldo.
En teoría, la iniciativa sonaba favorable, pero las dificultades en la implementación del sistema dificultaron la integración de este servicio. En una encuesta realizada por VANGUARDIA en el 2015, el 56% de los participantes consideraron que el Saltibus no fue un acierto.
10:41 A.M.- Con cada movimiento, las ventanas y los asientos tiemblan. La carrocería parece ir chillando. Los agudos chirridos son contrastados por la suave cumbia que suena en la unidad.
Me da tristeza / me da guayabo / al pensar que tu ya no me quieres / el sufrimiento / me está matando / quiero tenerte pero tu no vienes, suena desde la pequeña bocina al lado del chofer.
Para la mejora del servicio, Kris propone “el mantenimiento de las unidades. Que se invierta un poquito más porque ya están obsoletos. Ya parecen chatarra”, comentó.
Recientemente también ha habido evoluciones relevantes del transporte público. Está el caso de las 10 rutas que dejaron de operar este año y las otras cuatro que peligran por la misma situación.
Para Kristopher el mayor problema del transporte público es la calidad de las unidades, que casi siempre resultan en proporcionar un viaje incómodo. Esto seguido del precio. Tan solo el año pasado la tarifa subió dos pesos, igualando en $15 la tarifa general.
10:56 A.M.- La parada sobre la Plaza de la Tecnología, en la calle General Manuel Pérez Treviño es un lugar donde el clásico “¡Bajan!” está de más. La mayoría de los pasajeros descienden al pequeño caos de esta banqueta para esperar otra ruta que los acercará a su destino.
Kristopher espera aquí hasta 20 minutos por el siguiente camión: la 2A. Él mismo fue quien se enseñó a navegar por la ciudad de combi en combi. Cuando llegó a la ciudad trató de investigar qué rutas llevan a dónde, pero en internet no encontró resultado.
Eso fue hace tres años. Al día de hoy no hay algún sitio web oficial que muestra al usuario las rutas de manera simple e intuitiva. Tampoco un sitio o aplicación donde el usuario pueda ver en dónde se encuentra el camión o en cuánto llegará.
Cualquier ciudadano que quiera ir de un lado a otro en la ciudad debe aprender por sí mismo, preguntar o lanzarse a una aventura desconocida.
Existe este sitio de Transparencia Saltillo con un listado de 50 rutas, muchas de las cuales ya no existen, que al hacer clic en una no se muestra nada más que un mapa de la ciudad y la ruta que el camión sigue. Además, los documentos no son actuales. Corresponden a la administración de Isidro López Villareal.
Un sitio alternativo para ver por dónde pasa una ruta es Rutadirecta, empresa regiomontana que registra información sobre transporte público a través de crowdsourcing. En el caso de Google Maps, las rutas de Saltillo no figuran en la aplicación.
11:23 A.M.- En la 2A toca ir parado, pero ya pasó la mitad del recorrido. Ahora solo falta salir del centro. Si no hay algún percance, estará en la puerta principal de la escuela en una media hora. ¿Qué le ha tocado presenciar a Kris?
“Algo que me tocó presenciar fue una pelea entre pasajeros. No te podría decir los detalles porque yo venía escuchando música, pero que toda la gente empezó a voltear hacia atrás. Se estaban golpeando dos tipos y el chofer frenó y se bajaron esos dos. Estuvo muy loco”, relata.
Y han pasado otras situaciones parecidas. Algunas perturbadoras. De hecho, era de esta misma ruta, la 2A, el camión que embistió a 5 personas en la calle Presidente Cárdenas en el 2019. Entre las personas heridas había una niña de 10 años.
11:52 A.M.- La combi se detiene en la parada afuera de la escuela de Kristopher. Llegó con 8 minutos de anticipación y considera que fue un buen día utilizando el transporte público. Ojala pueda decir lo mismo más tarde, cuando regrese a casa utilizando las mismas dos rutas pero al revés.
Se gastó $30 en total yendo a la escuela. Al final del día serán $60 gastados en transporte. A la semana gasta $300 en transporte. Al mes, calcula, se gasta entre unos $800 o mil 200 pesos, dependiendo de sus trayectos.
La investigación Problemática del transporte público en la ciudad de Saltillo, Coahuila, publicada en la revista Ciencia Latina por investigadores de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas, concluye con que la capacitación de choferes, el estado de la unidad, las condiciones de las calles y el precio, entre otros, son los factores que no han permitido que mejore la percepción pública del transporte.
Pero pase lo que pase, las personas deben llegar a sus lugares de trabajo, escuelas o destinos en general. Sin importar el precio de la tarifa, las condiciones de las unidades o las largas distancias, la ciudadanía debe, más por necesidad que por gusto, hacer uso del transporte público.
Saltillo es una ciudad cada vez más presenta síntomas de una movilidad deficiente y carrocentrico, según lo expuesto en uno de los reportajes más recientes del Semanario de Vanguardia. El uso del transporte público está altamente polarizado, cuando en otras sociedades es el modo de transporte preferible.
Hasta que existan otras opciones en la ciudad, como el metro o tranvía, queda a nuestra cuenta exigir un mejor servicio para convertir el transporte público en algo realmente útil.
En palabras de Enrique Peñalosa, exalcalde de Bogotá, “Una ciudad avanzada no es en la que los pobres pueden moverse en carro, sino una en la que incluso los ricos utilizan el transporte público”.
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