Zeferino Domínguez, el hombre que construyó Saltillo (fotogalería)

El Ateneo Fuente y el Instituto Tecnológico de Saltillo, son solo algunas de las muchas obras con las que contribuyó el arquitecto saltillense durante el siglo XX

Saltillo
/ 15 mayo 2021
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Hay quienes dejan huella con sus obras. 

En Saltillo hubo un hombre que contribuyó en proyectos arquitectónicos que se han convertido en los edificios más emblemáticos de la ciudad. 

Zeferino Domínguez Villarreal fue pintor y músico, pero de manera destacada fue uno de los arquitectos más importantes que ha tenido Saltillo, lugar donde nació el 2 de septiembre de 1894. 

Pero antes de convertirse en un reconocido arquitecto, Zeferino estudió la primaria en el Colegio de San Juan. Su primer trabajo fue a los 11 años, en la Ferretería La Constancia.

Una de las instituciones que tuvo un gran significado en la vida de Zeferino fue el Ateneo Fuente. 

En esta escuela el saltillense cursó la secundaria y el bachillerato, cuando el complejo ateneísta se ubicaba en un antiguo edificio que perteneció a los frailes franciscanos en las actuales calles de Ateneo Fuente, General Cepeda, Juan Antonio de la Fuente y Vicente Guerrero. 

Más tarde Zeferino, ya como profesionista, Zeferino participó en la construcción del actual inmueble ateneísta. 

Y precisamente para formarse a nivel universitario,  Zeferino se trasladó a la Ciudad de México e ingresó a la Escuela Nacional de Ingeniería, pero la Revolución Mexicana interrumpió sus estudios. Tuvo que seguir de forma autodidacta y avalar sus aprendizajes con una escuela en Estados Unidos. 

La carrera de Zeferino empezó a tomar fuerza en 1920 gracias a dos proyectos: la Casa Rodríguez, ubicada en Emilio Carranza y Francisco I. Madero, y la Residencia Quintanilla, en la colonia Lourdes. 

Ya encaminado en la arquitectura Zeferino presentó sus servicios a Theodore Sperry Abbott, quien a inicios del siglo XX fue el ingeniero civil más importante de Saltillo. 

Abbott quedó fascinado por el trabajo de Zeferino al grado de emitir un certificado y recomendación por sus labores. 

Este aval le sirvió a Zeferino para ingresar a la Dirección de Obras Públicas del Estado durante la gubernatura de Nazario Ortiz Garza (1929-1933), administración en la que Saltillo tuvo un importante crecimiento en infraestructura. 

La consolidación de su trabajo 

La Escuela Primaria Coahuila fue el primer encargo que Zeferino tuvo del gobierno de Nazario Ortiz. Este edificio, cimentado en la calle Antonio de la Fuente, donde topa Matamoros, comenzó a construirse en 1930 y se inauguró el 16 de septiembre de 1931. 

Hubiera sido interesante saber qué pasó por la mente de Zeferino cuando se le encomendó participar en la construcción del nuevo edificio del Ateneo Fuente, hoy localizado en la colonia República, mismo que empezó a levantarse el 25 de abril de 1932 y se concluyó el 15 de septiembre de 1933. 

Pero este sería apenas el inicio de la larga lista de proyectos en los que estuvo involucrado Zeferino hasta antes de su muerte el 30 de octubre de 1966. 

Entre los más destacados se encuentran el Instituto Tecnológico de Saltillo (1945); la Escuela Industrial Femenil de Coahuila (hoy la secundaria Margarita Maza de Juárez); Escuela Álvaro Obregón; el edificio principal del Seminario de Saltillo; las columnas del Santuario de Guadalupe; la construcción de los silos de los Molinos del Fénix (1950); y la Biblioteca de la Alameda de Saltillo (1948). 

También se dedicó a realizar remodelaciones en templos católicos, como la cúpula de la Capilla del Santo Cristo, en San Esteban y San Francisco de Asís. Además, hizo el hemiciclo que rodea el monumento de la Plaza de la Madre (1942). 

Si bien algunas obras de Zeferino Domínguez han sido demolidas o alteradas de forma importante, las que permanecen en pie son el recuerdo del Saltillo antiguo que hoy nos permite apreciar el trabajo y visión de nuestros antepasados. 

DATOS

-Los descendientes de Zeferino donaron al Archivo Municipal de Saltillo algunos planos originales trabajados por el saltillense.  

-En 2001 el Ayuntamiento le otorgó a Zeferino la presea Saltillo post mortem.

*Con información de Jesús Ramírez Rodríguez y Carlos Recio* 

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