Reconstruyen sistema urogenital de niño de Torreón tras un complejo proceso quirúrgico en la CDMX
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Andy, de cinco años, fue sometido a cinco cirugías en el CMN La Raza por una malformación urogenital severa; su recuperación continúa con dos procedimientos pendientes
CIUDAD DE MÉXICO.– Un procedimiento médico de alta complejidad permitió reconstruir de manera integral el sistema urogenital de Andy, un niño de cinco años originario de Torreón, quien nació con una malformación severa que afectó el desarrollo de sus órganos urinarios y genitales. El caso fue atendido por el Servicio de Urología Pediátrica del Hospital General del Centro Médico Nacional La Raza, donde se llevó a cabo una intervención en múltiples etapas.
UN LARGO CAMINO MÉDICO PARA LLEGAR AL CMN LA RAZA
De acuerdo con la información proporcionada, el menor llegó en 2022 al hospital especializado del IMSS, luego de pasar por diversas instituciones donde no se contaba con los recursos necesarios para atender su condición. Desde entonces, fue sometido a cinco cirugías que incluyeron una laparoscopia diagnóstica, la separación de estructuras digestivas y urinarias, una colostomía temporal y una reconstrucción urogenital completa.
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Estas intervenciones permitieron restablecer funciones que antes le eran imposibles, como sentarse y orinar por el pene. Actualmente puede asistir al kínder sin pañal y realizar actividades cotidianas que antes representaban una limitación.
FALTAN DOS PROCEDIMIENTOS PARA CONCLUIR LA RECONSTRUCCIÓN
Aunque los avances han sido significativos, el jefe del Servicio de Urología Pediátrica, Salvador Cuevas Villegas, señaló que el proceso médico aún no concluye. El menor deberá someterse a dos cirugías adicionales: una reversión de colostomía —con la que se unirán nuevamente los extremos del intestino— y posteriormente una penoplastia para perfeccionar la reconstrucción y corregir la asimetría testicular.
IMPACTO EN LA VIDA DEL MENOR Y SU FAMILIA
La madre del menor relató que el tratamiento ha significado un cambio profundo en su vida, luego de enfrentar un embarazo de alto riesgo, un nacimiento prematuro a las 27 semanas y la incertidumbre provocada por la malformación congénita. Señaló que cada etapa ha implicado retos médicos importantes, pero los avances alcanzados han permitido que su hijo tenga una vida más estable y con mayor autonomía.
De acuerdo con el testimonio recibido, el proceso ha transformado también la dinámica familiar, tras años de atención constante y búsqueda de alternativas médicas antes de llegar al CMN La Raza.
El caso de Andy continúa en seguimiento mientras se preparan las dos intervenciones restantes, que serán determinantes para completar su reconstrucción urogenital y consolidar los avances que ya han mejorado su calidad de vida.