Carlos Alcaraz logra lo impensable: vence a Novak Djokovic y es campeón de Wimbledon

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Tras casi cinco horas de partido, el español de 20 años alcanzó su segundo Grand Slam en su carrera como tenista, luego de triunfar en el All England Club ante el multicampeón serbio
Carlos Alcaraz hizo lo impensable. Luego de cuatro horas y 43 minutos de partido y tras un primer set donde parecía que todo estaba terminado, el español se impuso a Novak Djokovic por 6-1, 6-7, 6-1, 3-6 y 6-4, para ganar el título de Wimbledon.
Alcaraz, número uno del mundo, abortó el intento de Djokovic de empatar el récord de ocho títulos y quinto consecutivo en el Slam que se juega en superficie de césped. El astro serbio se quedó con las ganas de atrapar su 24to grande.
En vez de tener a Nole, a sus 36 años, como el campeón más veterano de Wimbledon en la era abierta, Carlitos, un español de 20 años, se transformó en el tercero más joven. La brecha de edad entre los dos fue las más amplia en una final de hombre en los cuatro grandes torneos desde 1974.
Djokovic llevó el encuentro a un quinto set, escenario en el que ha estado en 12 ocasiones y solo había perdido una, contra Mario Ancic en 2006, y tenía el pie en el acelerador, con el ibérico contra las cuerdas. Sin embargo, el serbio se desconectó y se hizo daño en una muñeca, o eso aparentó, porque no se soltó de la espalda de Alcaraz.
El español selló el último punto, cuando Djokovic estrelló un revés en la red. Cayó al suelo, brotó de él una alegría enorme y corrió hacia el palco con su gente, donde su padre y su madre se abrazaban, donde Juan Carlos Ferrero lloraba y donde él se fundió con su familia.
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El español, quien venció a Nole, siete veces ganador de esta competencia en césped, alcanzó su segundo Grand Slam en su corta carrera, con 20 años cumplidos.
“Tengo que empezar con alabanzas hacia Carlos y su equipo”, dijo Djokovic en el discurso de la ceremonia de trofeos. “Vaya calidad al final del partido, cuando has tenido que cerrarlo. Has sacado tiros buenos en los grandes momentos y te lo mereces totalmente. Es increíble”.
“Pensaba que tendría problemas contigo sólo en tierra y en cemento, pero no en hierba, pero este año ha sido una historia completamente diferente. Enhorabuena, ha sido increíble cómo te has adaptado a la superficie, habías jugado sólo un par de veces aquí”.
El pupilo de Juan Carlos Ferrero suma este Grand Slam, que es el segundo de su carrera -se une al Abierto de Australia del pasado año-, a los Masters 1000 de Indian Wells (6-3 y 6-2 al ruso Daniil Medvedev en la final) y Madrid (6-4, 3-6 y 6-3 al alemán Jan Lennard Struff), a los ATP 500 de Barcelona (6-3 y 6-4 al griego Stefanos Tsitsipas) y Queen’s (6-4 y 6-4 al australiano Alex de Miñaur) y al ATP 250 de Buenos Aires (6-3 y 7-5 al británico Cameron Norrie).
“Es un sueño hecho realidad. Es genial ganar, pero incluso si hubiera perdido estaría muy orgulloso de mí mismo, por haber hecho historia en esta torneo contra una leyenda de nuestro deporte”, dijo el nacido en Murcia, en el discurso de ganador.