‘No ha pasado nada dramático pese a aranceles’, dice consultor de la industria automotriz

Los recientes aranceles impuestos por el gobierno de Estados Unidos han provocado un fuerte impacto a nivel internacional, y México no ha sido la excepción. No obstante, expertos confían en que la industria automotriz mexicana continuará enfrentando este escenario adverso con la misma resiliencia que ha demostrado hasta ahora.

Así lo señaló Thomas Karig, consultor en gobernanza empresarial y experto del sector automotriz en TKonsult, quien explicó que la medida arancelaria sorprendió por su magnitud y por las amplias repercusiones que conlleva, no solo para México, sino para todo el mundo.

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“El impacto es muy fuerte, tanto por su alcance como por lo inesperado del anuncio”, expresó Karig en entrevista, al tiempo que subrayó la necesidad de mantener estrategias de adaptación y fortalecimiento de la cadena de valor para mitigar los efectos de esta política comercial.

En el caso particular de México, dijo, es un País dependiente en gran medida de las exportaciones a Estados Unidos y con ello su impacto es todavía mayor, pero tiene como consuelo primero que los aranceles fueron para todos los socios comerciales de ese país y segundo, que a través de ciertas reglas que solamente aplican a México y Canadá pagan menos de arancel y esto les representa una ventaja competitiva.

Con ello, agregó, en el caso de los automóviles el contenido estadounidense no se grava, por ello, depende de cada empresa que tan importante puede ser esa exención, hasta ahora las autopartes que cumplen con las reglas de origen del TMEC tampoco se gravan, aunque no queda claro si esto será definitivo o luego se modificará.

Ante ello, Karig consideró que hasta ahora el impacto no es mucho para la industria automotriz de México; en abril hubo una ligera reducción en los volúmenes de producción y exportación, pero en parte era algo que ya esperaban las empresas porque estaban a la expectativa de que se definieran bien las reglas y retuvieron su exportación en México, pero también coincidió que Semana Santa cayó en abril y con ello, se reduce la producción.

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“Pero no ha pasado nada dramático, vamos a ver cómo cierra el mes de mayo, pero hablando con ciertos proveedores de la industria automotriz no se ve que haya reducciones de sus clientes, las armadoras siguen firmes en sus planes de producción”, aseguró.

Aunque todo está sujeto a cambiar en el corto plazo, aseguró que los cambios que han habido últimamente han sido relajando un poco las reglas que se habían puesto, entre ellos está el acuerdo entre Estados Unidos y China, que fue inesperadamente beneficioso para el segundo país, por lo que hay señales de que las cosas se pueden acomodar a un nivel con el cual las empresas puedan vivir.

’NO ES VIABLE EL CIERRE DE PLANTAS EN MÉXICO’

Karig no ve viable el cierre de plantas en México porque abrir una nueva planta en Estados Unidos es un proceso que les llevaría tres años cuando menos, además de que no hay ningún anuncio en ese sentido, sería un desperdicio dejar el País, ociosa una planta que está funcionando, sobretodo cuando existe una oportunidad potencial de que se regrese a un régimen normal de libre comercio bajo las reglas del TMEC.

“Posiblemente alguna empresa que ya tenga una planta en Estados Unidos con capacidad ociosa allá, pueda pasar una parte de su producción, aunque tampoco eso se hace de un día para otro, pero nada más, no vamos a ver cambios, ni anuncios dramáticos en ese sentido”, aseguró.

“Lo que sí, es que las empresas van a tener que aumentar todavía más su volumen de compra en Norteamérica y en Estados Unidos, además de dejar de traer autopartes de Europa o de Asia y tratar de comprar todo en la región y preferentemente en Estados Unidos, porque es lo que van a pedir en las nuevas reglas del T-MEC”, advirtió.

Esto, consideró, puede generar más beneficio a México, tal como pasó en 2018 cuando se firmó el Tratado de Libre Comercio, la producción de autopartes no solo en el País, sino también en Estados Unidos aumentó un 30 por ciento porque las nuevas reglas del tratado obligaban a comprar más autopartes a la región y eso se repetirá con la renegociación del T-MEC.

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Por lo pronto, “las inversiones que no son indispensables para seguir operando se dejan pendientes hasta tener más certeza, asimismo los aranceles no ha costado empleos en la industria automotriz mexicana”.

El especialista advirtió que algunas empresas han anunciado recortes de gastos a nivel mundial, pero debido a que las cosas en los mercados internacionales en términos generales no se ven positivas; “en China empresas extranjeras que habían sido muy exitosas están cediendo mercado a automotrices chinas y el mercado de Europa sigue relativamente bajo y sin recuperarse desde la pandemia”, afirmó.

Agregó que casos como el de Nissan, de la que se ha mencionado que pudiera cerrar algunas plantas, dejó claro que no se ha especificado cuáles, “además sus problemas no son en México o Estados Unidos, al contrario, es donde mejor vende, pero las restructuraciones que realiza a nivel global puede llegar a afectar alguna operación de Norteamérica”, aunque ello no tenga que ver con el tema de los aranceles.

Finalmente, de la expectativa con la industria automotriz mexicana pese a los aranceles, Thomas Karig dice que con cierto optimismo, pero también consciente de que no se puede prever todas las decisiones que vayan a tomar los gobiernos los próximos meses, “es que hay cierta estabilidad y cierta resiliencia en la industria” que espera continúe.