¿Tienes hígado graso?... Cómo aliviar los dolorosos síntomas como la inflamación, cansancio o molestias en el abdomen

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/ 18 noviembre 2025

¿Sufres de dolor abdominal, fatiga o molestias por hígado graso? Descubre cómo una alimentación saludable y la actividad física pueden ser la clave para aliviar los síntomas y prevenir complicaciones graves. ¡Cuida tu salud hepática!

El hígado graso, conocido médicamente como esteatosis hepática, es una condición en la que se acumula demasiada grasa en las células del hígado. Aunque en sus etapas iniciales puede ser asintomático, a medida que progresa, puede manifestar una serie de síntomas dolorosos y muy molestos que afectan significativamente la calidad de vida.

Reconocer estas señales es el primer paso para tomar medidas correctivas y prevenir el desarrollo de complicaciones más serias, como la cirrosis. La enfermedad está íntimamente ligada a estilos de vida sedentarios y a una dieta rica en azúcares y grasas saturadas.

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Uno de los síntomas más comunes y persistentes del hígado graso es la sensación de cansancio crónico o fatiga injustificada. El hígado, al estar sobrecargado y funcionando de manera deficiente debido a la acumulación de grasa, no puede realizar sus tareas metabólicas y de desintoxicación con la eficiencia necesaria. Esto impacta en los niveles de energía del cuerpo. Además, muchos pacientes experimentan molestias en el abdomen, específicamente en la parte superior derecha, donde se ubica el órgano. Este dolor o sensación de pesadez es un indicativo de inflamación hepática o hepatomegalia.

La inflamación es otro síntoma recurrente y preocupante. La acumulación de grasa provoca que el hígado se hinche, lo que se traduce en molestias abdominales e incluso una visible distensión abdominal. Esta condición no solo causa dolor, sino que es una señal de que la esteatosis hepática podría estar avanzando. Es esencial abordar estos síntomas no solo con el objetivo de aliviar el dolor, sino para tratar la causa raíz, que es la acumulación de lípidos en el órgano vital. Afortunadamente, en muchos casos, la condición es reversible con cambios de estilo de vida.

ESTRATEGIAS CLAVE PARA ALIVIAR EL DOLOR Y LA FATIGA

El tratamiento más efectivo y la mejor manera de aliviar los síntomas del hígado graso es adoptar un cambio radical en los hábitos de vida. No existen medicamentos específicos aprobados para curar la enfermedad, por lo que la dieta y el ejercicio se convierten en las herramientas terapéuticas más poderosas. El objetivo principal es reducir el peso corporal y, consecuentemente, la grasa acumulada en el hígado.

Una alimentación saludable es el pilar de la recuperación. Es crucial eliminar o reducir drásticamente el consumo de azúcares refinados, bebidas azucaradas y grasas saturadas y trans. Estos alimentos promueven la acumulación de grasa en el hígado. En su lugar, se debe aumentar la ingesta de alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras y granos enteros. La dieta mediterránea, rica en grasas saludables como el aceite de oliva, ha demostrado ser particularmente beneficiosa para la salud hepática.

Además de la dieta, la actividad física regular es indispensable. El ejercicio ayuda a quemar la grasa corporal, mejorando la sensibilidad a la insulina, un factor clave en el desarrollo del hígado graso. La recomendación es realizar al menos 150 minutos a la semana de ejercicio aeróbico moderado, como caminar a paso rápido o nadar, combinado con ejercicios de fuerza. La pérdida de tan solo el 3% al 5% del peso corporal puede reducir significativamente la grasa hepática y aliviar la inflamación abdominal, el cansancio y las molestias.

EL PAPEL DE LA HIDRATACIÓN Y SUPLEMENTOS

Otro factor que puede contribuir al alivio de los síntomas del hígado graso es la adecuada hidratación. Beber suficiente agua ayuda al hígado en sus funciones de desintoxicación y mejora el metabolismo general. Es importante optar por el agua natural y evitar los jugos de frutas y refrescos, ya que contienen azúcares que sobrecargan el hígado. La hidratación adecuada también puede mitigar la sensación de fatiga.

En cuanto a suplementos, aunque siempre deben ser consultados con un médico, algunos estudios sugieren que la vitamina E puede ser beneficiosa en casos de esteatohepatitis no alcohólica (EHNA), una forma más grave de hígado graso que incluye inflamación. De igual forma, el consumo moderado de café ha sido asociado con una menor progresión de la enfermedad. Sin embargo, estas opciones son solo complementos y nunca sustituyen la importancia de la pérdida de peso lograda mediante dieta y ejercicio.

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Dato Curioso: El hígado es el único órgano interno que puede regenerarse completamente, lo que subraya la importancia de hacer cambios en el estilo de vida tan pronto como se diagnostica el hígado graso, ya que las células hepáticas tienen una asombrosa capacidad de recuperación si se les dan las condiciones adecuadas.

Al revertir la acumulación de grasa, se alivia la inflamación y se recupera la energía, mejorando sustancialmente la salud hepática y la calidad de vida en general.

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Especialista en periodismo en tiempo real, pronóstico del clima, tendencias, política nacional y contenido de utilidad.

Con 15 años de experiencia en medios digitales, actualmente es editor breaking en Vanguardia MX. Licenciado en Diseño Gráfico, egresado de la Escuela de Artes Plásticas de la UAdeC. En diseño editorial, ha realizado proyectos de revistas impresas y digitales sobre cultura, arte y educación.

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