Ahora el narco mexicano va por Hawái como otro gran mercado de drogas

HONOLULU.- Las puestas de sol en la costa oeste de Oahu, con sus tonos mandarina, son un espectáculo que los locales aprecian. Sin embargo, un vistazo más de cerca a las tiendas de campaña de personas sin hogar que salpican el borde del océano revela una verdad perturbadora: el paraíso está siendo invadido por los cárteles mexicanos.

Los poderosos cárteles, de Sinaloa y su rival, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), han establecido rutas de tráfico que pasan por California y Nevada para inundar Oahu con metanfetaminas y otras drogas, incluido el fentanilo.

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Según Víctor Vázquez, agente especial asistente a cargo de las operaciones de la DEA en Hawái, la situación es alarmante.

“Si no fuera por el océano, las drogas serían llevadas directamente a Waikiki”, comenta, refiriéndose al bullicioso lugar turístico de la costa sur de Honolulu, lleno de hoteles de gran altura, restaurantes y tiendas.

LA ESTRATEGIA DE LOS CÁRTELES

Al igual que en la remota Alaska, los cárteles encuentran menos competencia en Hawái en comparación con el continente, lo que les permite exigir precios más altos. Además de las metanfetaminas y el fentanilo, las redes de drogas también contrabandean cocaína y heroína a Hawái. Clare E. Connors, fiscal federal en el Distrito de Hawái, confirma que estas drogas provienen de los cárteles mexicanos.

Los envíos de drogas suelen llegar primero a Honolulu, la capital del estado, a menudo contrabandeados en el equipaje de los pasajeros aéreos o en paquetes enviados por correo. Una vez en Honolulu, las drogas se distribuyen a las otras islas hawaianas. Connors señala que “también seguimos viendo mucho de ello llegando a través de portadores corporales”, refiriéndose a los pasajeros aéreos que ocultan las drogas en sus cuerpos o en el equipaje de mano. Sorprendentemente, estas sustancias a veces atraviesan las operaciones de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) federal.

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La determinación de los cárteles mexicanos de apuntar a Hawái, a pesar de su ubicación remota en el Océano Pacífico, ilustra una estrategia clave para maximizar ganancias extendiendo sus operaciones más allá de las principales ciudades de EU hacia estados más remotos con menos competidores y menos recursos policiales.

IMPACTO EN LA ISLA DE OAHU

Oahu, aunque no es la isla más grande del estado, es conocida como el “Corazón de Hawái” y sigue siendo uno de los destinos más famosos y visitados. Los traficantes de drogas, al igual que los turistas, primero vuelan a Honolulu, el aeropuerto más concurrido del estado y hogar del Memorial Nacional de Pearl Harbor. Desde allí, algunos envíos de drogas permanecen en Honolulu, mientras que otros se distribuyen por toda la isla.

Esto crea una división a menudo oculta entre los felices vacacionistas y los residentes abatidos que luchan contra la adicción. Vázquez advierte que nadie debería sorprenderse y que todos deben ser conscientes de que la crisis de drogas afecta a los 50 estados y territorios de EU.

Cada región de Oahu ha sido impactada por la crisis de drogas. La costa este, conocida como la región de barlovento, atrae a turistas por sus exuberantes selvas tropicales y valles dramáticos que han aparecido en películas como Jurassic Park. La costa norte es famosa por sus competiciones de surf de primer nivel mundial y su ambiente relajado, además de los campos de piña de Dole. Hacia el sureste, la Bahía de Hanauma, una reserva natural formada dentro de un cono volcánico, atrae a millones de visitantes anualmente por sus aguas cobalto y turquesa ideales para el esnórquel.

Sin embargo, la región más afectada es la del lado oeste, famosa por sus impresionantes puestas de sol y hogar de una gran población nativa hawaiana. Esta área también alberga varias zonas plagadas de delitos. Connors expresa su preocupación por las consecuencias trágicas que podrían empezar a ver en el estado entre los jóvenes debido a la creciente presencia de drogas.

TESTIMONIOS DESDE EL TERRENO

Para comprender mejor el alcance de la crisis de drogas en Hawái, un reportero del Louisville Courier Journal, parte de la red de USA Today, pasó varios días en Oahu en junio. Durante su estancia, habló con la DEA, la policía local, un médico de emergencias y líderes y participantes de un programa de recuperación en la región de sotavento para hombres nativos hawaianos, la mayoría de los cuales han cumplido tiempo en la cárcel.

Las drogas sintéticas, como el fentanilo y la metanfetamina, son responsables de casi todas las intoxicaciones fatales por drogas en todo EU, según la Evaluación Nacional de Amenazas de Drogas de 2024 de la DEA. Gary Yabuta, un veterano de la ley y exjefe de policía de Maui, afirma que la metanfetamina ha sido la droga dominante que ha plagado a Hawái durante décadas. Aunque esta droga proporciona una descarga de energía, también puede causar paranoia y violencia.

La metanfetamina no siempre recibe la culpa completa que merece, señalan los médicos, ya que puede matar lentamente con el tiempo, a menudo causando insuficiencia cardíaca. La metanfetamina de las calles hoy en día, apodada “ice”, típicamente tiene una pureza cercana al 100 por ciento, mucho más letal que la pureza del 50 por ciento de los laboratorios caseros populares en EU hace años. “Yo llamo a la muerte por metanfetamina un cáncer: mueres un día a la vez”, comenta Yabuta, quien ahora trabaja en Honolulu supervisando las fuerzas de tarea del Área de Tráfico de Drogas de Alta Intensidad del estado. Yabuta también señala que la droga es contrabandeada a través de la frontera por los guardianes del cartel, y ha devastado Hawái.

EL AUMENTO DEL FENTANILO

Yabuta y los agentes de la DEA también han notado un aumento en el fentanilo, un opioide sintético que ahora es la droga número uno que mata a los estadounidenses. Una “Blue 30”, o una pastilla falsa de oxicodona, se vende por tan solo dos dólares en Los Ángeles, pero puede alcanzar los 16 dólares o más en Hawái, ejemplificando lo que atrae a los poderosos carteles a las islas. Según la campaña de advertencia “One Pill Can Kill” de la DEA, siete de cada diez pastillas incautadas en EU ahora contienen una dosis potencialmente letal.

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Hace un año, la DEA formó una fuerza de tarea de respuesta a sobredosis en colaboración con la policía local y los investigadores de drogas financiados por el gobierno federal supervisados por Yabuta. Esta fuerza de tarea rastrea los últimos contactos de las víctimas de sobredosis, examinando mensajes de texto y llamadas para identificar la fuente de la dosis mortal.

LA RESPUESTA DE LA COMUNIDAD

Para hacer frente a esta crisis, la comunidad en Oahu ha desarrollado programas de recuperación. Uno de estos programas es Ho’omau Ke Ola, que utiliza la cultura nativa hawaiana para ayudar a los hombres que han estado en prisión a superar la adicción. El programa ofrece tratamientos residenciales de 75 días y servicios ambulatorios, enfocados en la conexión con las raíces culturales a través de cantos y rituales de purificación espiritual en el océano.

Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, los hombres y mujeres nativos hawaianos y de las islas del Pacífico son tres veces menos propensos a recibir tratamiento para problemas de salud mental y adicción en comparación con sus contrapartes blancas no hispanas, según datos de 2019 de la Oficina de Salud de las Minorías de EU.

Para combatir esta disparidad, el estado de Hawái desarrolló un plan quinquenal en 2022 para promover tratamientos de salud mental y adicción culturalmente apropiados. Este plan incluye terapias innovadoras como la terapia con caballos, caminatas grupales en la naturaleza, yoga al atardecer y terapia oceánica, que incluye el surf y nadar con delfines.

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Mark Baker, especialista en medicina de emergencias en Oahu, fundó endmeth.org para educar a los hawaianos sobre los peligros del uso de metanfetaminas. Baker y su equipo trabajan en colaboración con otros médicos, funcionarios de salud del estado y veteranos investigadores de narcóticos para prevenir y tratar la adicción. Insisten en que el problema no mejorará hasta que la comunidad en su conjunto reconozca la gravedad de la crisis y tome medidas para ponerle fin.

En resumen, la lucha contra la crisis de drogas en Hawái requiere un esfuerzo comunitario concertado y una mayor inversión en programas de tratamiento culturalmente sensibles y preventivos. Solo así se podrá abordar de manera efectiva el impacto devastador de las drogas en este paraíso. Con información de USA Today