Después de la anulación de la sentencia del caso Roe contra Wade, Biden refuerza su mensaje de que el aborto es un asunto de libertad
COMPARTIR
TEMAS
Kamala Harris visitará Wisconsin para comenzar una gira nacional centrada en preservar el acceso a la atención de salud reproductiva
Por Katie Rogers
La próxima semana, el presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris liderarán eventos centrados en la protección del derecho al aborto, dándole más peso a un tema que ha galvanizado a los votantes en los 18 meses que han transcurrido desde que la Corte Suprema anuló el fallo en el caso de Roe contra Wade.
El lunes, Harris visitará Wisconsin para comenzar una gira nacional centrada en preservar el acceso a la atención de salud reproductiva en un momento en el que los republicanos piden más restricciones.
TE PUEDE INTERESAR: Inflación de México seguirá bajando pero a un ritmo moderado y con resistencia
Luego, el martes, se unirá a Biden en un mitin por el derecho al aborto en Virginia, donde hace poco los demócratas tomaron el control de la legislatura estatal y han propuesto consagrar las protecciones al aborto en la constitución estatal.
Harris ofreció un adelanto del mensaje del gobierno dirigido a los estadounidenses durante el año electoral cuando visitó “The View”, el programa de entrevistas diurno más popular del país.
“No le estamos pidiendo a nadie que abandone sus convicciones personales”, dijo durante una aparición el miércoles, y agregó que “el gobierno no debería decirle a las mujeres qué hacer con sus cuerpos”.
La idea de que preservar el acceso al aborto equivale a preservar las libertades personales ha sido adoptada por funcionarios, legisladores y activistas del gobierno de Biden, quienes esperan que dinamice una base alicaída y atraiga a votantes independientes al redil.
También quieren comparar las políticas gubernamentales con el peligro político que enfrenta el Partido Republicano al adoptar medidas de línea dura.
“Parto del punto de vista de que la mayoría de los estadounidenses creen que las mujeres deberían tener la libertad de tomar sus propias decisiones sobre la atención médica, incluido el aborto, sin interferencia del gobierno”, dijo en una entrevista la senadora Tina Smith, demócrata por Minnesota, quien viajó a los caucus de Iowa como una representante de Biden.
(Casi el 69 por ciento de los votantes piensa que el aborto debería ser legal en los primeros tres meses de embarazo, según una encuesta de Gallup del año pasado).
“No hay duda de cuál es la posición del presidente en términos de proteger la libertad reproductiva y la libertad de las personas para tomar sus propias decisiones”, añadió.
Biden, un católico practicante que en el pasado criticó los abortos, tiene mucho tiempo hablando del derecho al aborto en el contexto de la libertad personal.
En recientes eventos de recaudación de fondos, ha atacado a Donald Trump, el expresidente que instaló a tres jueces conservadores en la Corte Suprema, por allanar el camino para las prohibiciones restrictivas del aborto que ahora existen en estados como Texas, donde los ciudadanos pueden demandar a los proveedores de servicios de aborto y a quienes ayudan a las pacientes que buscan un aborto después de aproximadamente seis semanas de embarazo.
“Trump se postula para presidente alardeando de haber acabado con la decisión en el caso de Roe contra Wade”, dijo Biden a sus partidarios en un evento de recaudación de fondos en Denver, en noviembre.
“Entonces, seamos absolutamente claros de qué se jacta Trump. La única razón por la que existe una prohibición del aborto y las circunstancias en muchos lugares es por Donald Trump”.
En gran medida, los republicanos han apoyado la posición de Trump al respecto, quien en 2016 sugirió que las mujeres que buscan abortar deberían enfrentar algún tipo de castigo antes de retractarse de su declaración, ya como candidato presidencial republicano. Sin embargo, algunos saben que el partido tiene un problema con el mensaje que transmiten.
Sarah Chamberlain, presidenta de Republican Main Street Partnership, un grupo asesor conservador que, afirmó, trabaja con 90 miembros del Congreso, dijo que el Partido Republicano estaba “perdiendo el voto de las mujeres”.
“Ahora los miembros dicen: ‘Escuchen, consígannos buena información sobre esto; queremos aprender sobre esto; queremos saber cómo está afectando esto a las mujeres’”, dijo Chamberlain.
“Cuando el fallo del caso Dobbs salió de la Corte Suprema, no creo que pensaran que iba a ser el problema que fue. Como mujer, traté de decirles: ‘Escuchen, va a ser un problema enorme’, y terminaron pillados un poco por sorpresa”.
En el Congreso, algunos republicanos, en particular aquellos de distritos indecisos, se están alejando silenciosamente de la legislación restrictiva sobre el aborto, incluido un proyecto llamado Ley de la Vida en la Concepción, que equivalía a una prohibición del aborto a nivel nacional.
Nancy Mace, una representante republicana por un distrito indeciso en Carolina del Sur, copatrocinó la primera versión del proyecto de ley, pero desde entonces se ha distanciado de él. Afirmó en una entrevista que los republicanos “no necesitan votar por una prohibición total”.
En cambio, pidió a los republicanos “ser compasivos con las mujeres”.
Los demócratas y activistas por el derecho al aborto creen que ellos ofrecen una clara diferencia. Sin embargo, algunos defensores afirman que el gobierno de Biden podría hacer más.
Caroline Moreau, experta en salud reproductiva de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins, dijo que el gobierno aún podría implementar una agenda de aborto más progresista.
Podría aumentar la financiación para las clínicas de planificación familiar del Título X, dijo, o presionar a más estados, particularmente aquellos donde el aborto es legal, a permitir que diferentes tipos de trabajadores de la salud, como las parteras, dispensen píldoras abortivas.
Pero Mary Ziegler, profesora de derecho en la Universidad de California, campus Davis, y experta en la historia y las políticas del aborto, dijo que el Congreso y los tribunales desempeñaron papeles importantes en decisiones políticas más amplias sobre el tema, como la codificación de Roe, la flexibilización de las restricciones a la distribución de pastillas abortivas o la decisión sobre el derecho de un hospital a realizar abortos de emergencia.
“Existe potencialmente un problema para Biden, en el sentido de que los jóvenes no saben qué es lo que Biden puede hacer en la práctica, que no haya hecho ya”, dijo Ziegler.
“Lo que el gobierno no ha logrado transmitir de manera efectiva es lo que Trump podría hacer. La realidad es que las cosas podrían empeorar mucho, independientemente del Congreso”.
El viernes, Julie Chávez Rodríguez, directora de campaña de Biden, escribió en un memorando que Biden y Harris “son los únicos candidatos en la contienda por la presidencia que vetarán una prohibición nacional del aborto” y “están luchando para restaurar las protecciones que otorgaba el fallo en el caso de Roe contra Wade”.
Mini Timmaraju, presidenta de Reproductive Freedom for All anteriormente conocida como NARAL Pro-Choice America, antes de que el grupo cambiara su nombre para enfatizar su misión de preservar las libertades fundamentales, elogió la visita de Harris a “The View”, calificándola de una “clase magistral” en cuanto a hablar con votantes independientes y de tendencia conservadora sobre las consecuencias de las restricciones al aborto.
En el programa, Harris, como lo ha hecho en apariciones en todo el país, advirtió que se podrían eliminar otras protecciones civiles junto con el derecho al aborto.
“Muchos de nosotros crecimos cuando el fallo del caso de Roe contra Wade, y las protecciones que se desprendían de este, estaba intacto y sin duda decíamos: ‘Debemos protegerlo; debemos proteger el derecho de la mujer a elegir’”, dijo Harris.
“Pero creíamos un poco que siempre estaría ahí. Y miren lo que pasó. Y lo digo también en el contexto de esta democracia. No des nada por sentado”.
c.2024 The New York Times Company