‘Es importante que la guerra no nos robe la infancia’: así se vivió la Navidad en Ucrania
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Decenas de ciudades ucranianas están sin electricidad y no tienen luces navideñas, por lo que algunos han hallado formas ingeniosas de recuperar la temporada sin gastar recursos ni desilusionar a los niños.
KIEV, Ucrania — Cientos de misiles y aviones no tripulados dirigidos a la infraestructura energética de Ucrania han dejado a millones de personas sin electricidad, y a decenas de ciudades sin luces de Navidad.
No fue casualidad que la ola de ataques se produjera antes de las fiestas y en la época más oscura y fría del año, dijo Denys Shmyhal, primer ministro de Ucrania.
“Es importante para los rusos”, dijo, “que la Navidad y el Año Nuevo transcurran a oscuras en Ucrania”.
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Con esto en mente, algunas ciudades ucranianas decidieron ser ingeniosas con sus decoraciones navideñas, y hallaron formas de recuperar la temporada sin malgastar la preciada electricidad ni decepcionar a los niños al apagarse las luces navideñas durante los ataques.
En la habitualmente serena plaza de la catedral de Santa Sofía de Kiev, en la capital, las autoridades colocaron lo que llamaron el Árbol de Navidad de la Invencibilidad. Estaba decorado con palomas blancas de papel maché y una franja de luces azules y amarillas —los colores de la bandera ucraniana— alimentada por un generador a diésel.
Eran adornos apropiados para una ciudad donde el sonido de los generadores se oye ahora más que el rumor del tráfico. El Árbol de la Invencibilidad puede oírse antes de que pueda verse.
“La guerra es horrible, pero no debemos dejar a nuestros niños sin las festividades”, dijo Daria Pervaya, estudiante universitaria de 18 años, que tuvo que subir la voz para que se la oyera por encima del generador del árbol. “Este año no tengo ningún espíritu festivo”, añadió. “Estoy esperando a mi novio, que está en el frente”.
Ucrania celebra la Navidad como fiesta nacional el 25 de diciembre —por las iglesias que observan la festividad religiosa según el calendario occidental, como los católicos del oeste del país— y el 7 de enero para las iglesias que observan la festividad religiosa ortodoxa oriental.
Este año, las decoraciones navideñas apenas se ven en las ciudades ucranianas, pero cuando se exhiben, casi siempre tienen un toque patriótico. La gente desea celebrar la festividad, pero dicen que solo puede justificarse pensando en Ucrania.
Se usan cintas azules y amarillas para crear banderas, se exponen las cartas de los niños a los soldados y los conejitos de Navidad sostienen ahora corazones azules y amarillos.
Valeriy Bozhenko, que esta temporada ejerce de Papá Noel en la estación central de ferrocarril de Kiev, afirma que la mayoría de los niños le piden “paz”, y en segundo lugar juguetes.
El árbol de Navidad de Ivano-Frankivsk, ciudad del oeste de Ucrania, es un armazón metálico decorado con ángeles, lemas patrióticos y los emblemas municipales de las ciudades recuperadas de manos rusas por el ejército ucraniano.
La ciudad de Kropivnitski, en el centro de Ucrania, colocó 12 pequeños árboles de Navidad en apoyo de las ciudades que más han sufrido en la guerra, entre ellas la ciudad portuaria de Mariúpol, asediada y destruida en su mayor parte, y Bucha, un suburbio de Kiev que fue escenario de múltiples crímenes de guerra.
Una decoración con 12 ángeles en Lutsk, en el noroeste, simboliza las almas de las personas que murieron en la guerra.
En Nicolaiev, ciudad muy afectada del sur de Ucrania, una estatua de San Nicolás que existía desde hacía mucho tiempo fue cubierta con sacos de arena para protegerla, como ocurre con la mayoría de las estatuas de las ciudades ucranianas. Para la temporada navideña, el gobierno local cubrió la estatua con luces navideñas de malla de camuflaje verde.
La Municipalidad de Járkov no exhibe el tradicional árbol de Navidad municipal en la plaza central, sino bajo tierra, en una estación de metro, donde la gente se apiña para protegerse durante los ataques de artillería. El alcalde dijo que la ciudad mantendría esta tradición a partir de ahora, incluso después de la guerra.
En Jmelnitski, en el centro de Ucrania, se colocó un árbol de Navidad decorado con banderas ucranianas azules y amarillas sobre los restos de un misil S-300 ruso.
En Kiev, la alcaldía también desafió los apagones rusos encendiendo una de las mayores velas-menorá de la historia de la ciudad en la plaza central, conocida como Maidan.
Los padres de la capital también pueden llevar a sus hijos a ver no solo el Árbol Navideño de la Invencibilidad, sino un árbol decorado con juguetes, copos de nieve y luces que brillan, pero solo si alguien pedalea en su bicigenerador.
“¿Guerra? ¿Apagón? ¿No hay árbol de Navidad?”, Oleksandr Kamyshin, director de la compañía nacional de ferrocarriles de Ucrania, escribió en Twitter sobre el árbol impulsado por pedales. “¡Nunca van a adivinar lo que inventamos!”.
Un flujo constante de personas se detiene con sus hijos para pedalear e iluminar el árbol de Navidad.
Ramil Yaremenko, repartidor de 30 años, dijo: “Para ser honesto, no quiero nada para Navidad, ya que entiendo lo difícil que es para nuestros soldados ahora”.
Pero llevó a sus hijos al árbol iluminado con pedales. Corrían de un lado a otro, subiendo y bajando de la bicicleta, intentando encender el árbol.
“Pero estoy feliz por mis hijos”, dijo, y añadió: “Es importante que la guerra no nos robe la infancia”.
A un niño de 9 años llamado Myroslav le costó al principio pedalear lo suficientemente rápido como para encender el árbol. Su padrino, Oleksandr Siryk, se quedó cerca, tomándole fotos y dándole consejos. Ambos se emocionaron cuando por fin funcionó y el árbol se iluminó con una luz blanca y brillante.
“Ahora en nuestro país no hay festividades de verdad; no hay Navidad en mi alma”, dijo Siryk. “Pero a los niños todavía les hace falta”.