Es ‘un escándalo’ que han minimizado, advierte Riva Palacio sobre asesinato del alcalde de Chilpancingo

CDMX.- Para el periodista Raymundo Riva Palacio el asesinato del alcalde de Chilpancingo, Guerrero, quien fue decapitado, debería ser un escándalo nacional que, sin embargo, ha sido normalizado y por consiguiente minimizado tanto por la prensa como por las autoridades, empezando por la presidente Claudia Sheinbaum.

El también analista político advierte hoy en su columna “Estrictamente Personal” que el crimen de Alejandro Arcos Catalán “no fue un asesinato como muchos otros” y que de queda impune se corre el riesgo de que más adelante el crimen organizado se atreva a matar a un gobernador o gobernadora.

TE PUEDE INTERESAR: Crimen en Chilpancingo: Un escándalo que no es escándalo

“El de Chilpancingo, sin embargo, no fue un asesinato como muchos otros, al tener una equivalencia que no habíamos visto: la bota criminal sobre el pescuezo del Estado Mexicano”, expone en el artículo.

Este domingo, cuando apenas tenía seis días en el cargo, Arcos Catalán fue decapitado; su cuerpo fue abandonado dentro de una camioneta y su cabeza sobre el toldo, al oriente de la ciudad de Chilpancingo.

Pese a la atrocidad e impacto del crimen, la mayoría de los medios, con excepción de Reforma, le dieron “un tratamiento periodístico de mediana relevancia”, lamenta el periodista.

“La decapitación del alcalde de Chilpancingo debía de ser un escándalo nacional, pero no lo es; la normalización de la violencia y la minimización del control que tiene el crimen organizado sobre nuestra vida comienza con @Claudiashein”, escribió ayer Riva Palacio en su cuenta de X.

La mañana de este lunes, durante su conferencia de prensa, la presidenta Claudia Sheinbaum lamentó el crimen contra el alcalde, sin embargo, también lo minimizó al señalar que “Chilpancingo no aparece dentro de los municipios de mayor número de homicidios”.

Informó que las investigaciones se encuentran en curso y se analiza la posibilidad de que la Fiscalía General de la República atraiga el caso.

‘LOS ARDILLOS’, DETRÁS DEL CRIMEN EN CHILPANCINGO, LA HIPÓTESIS DE RIVA PALACIO

Detrás del asesinato del alcalde de Chilpancingo podrían estar “Los Ardillos”, una organización delictiva asentada en la región de la montaña baja de Guerrero, señala Riva Palacio como una hipótesis.

“No se ha confirmado que ellos ordenaran el asesinato de Arcos Galán, pero debería de ser una sólida hipótesis”, refiere.

TE PUEDE INTERESAR: Anuncia Claudia Sheinbaum investigaciones sobre asesinato de alcalde de Chilpancingo

Para el editorialista el homicidio del Arcos Catalán “expuso de manera dramática la debilidad institucional del estado y el gobierno de opereta que encabeza Evelyn Salgado, que junto con su padre, el senador Félix Salgado Macedonio, el verdadero poder, se han entregado a la delincuencia”.

Con respecto a que no se trata de un homicidio como otros, Riva Palacio refiere que se trata de un hito porque “es el primer alcalde en funciones de una capital estatal que es asesinado. Es el primer político de primer nivel a través del cual los criminales mandan un mensaje al decapitarlo...

“Igual hacían Los Zetas hace dos décadas para imbuir terror a sus enemigos... Pero en este caso, el aviso no se quedó en los rivales de los criminales, sino que fue también para aquellos que los protegen”.

En su artículo el periodista señala que muy posiblemente los crímenes contra Arcos Catalán, así como el de Francisco Gonzalo Tapia, su secretario del Ayuntamiento, y el de Ulises Hernández Martínez, quien sería nombrado secretario de Seguridad, no fueron planeados recientemente, sino desde julio del año pasado.

Recuerda que en ese mes fueron revelados videos donde se observa a la entonces alcaldesa de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández, reunida con Celso Ortega Jiménez, líder de “Los Ardillos”, que tenía el control de la capital de Guerrero.

Hernández llegó a la alcaldía bajo las siglas de Morena, partido que no hizo nada cuando salieron a la luz los videos, pero cuando ella se quiso reelegir la frenaron y fue expulsada 14 meses después de salir las grabaciones.

En ese contexto señala que “la clase política guerrerense decidió hacer a un lado a Los Ardillos”. Entonces, “Morena y la coalición opositora presentaron a Jorge Salgado Parra y a Arcos Catalán como sus respectivos candidatos (a la alcaldía de Chilpancingo), quienes habían trabajado en el gobierno del priista Héctor Astudillo.

“No parece coincidencia que (Francisco Gonzalo) Tapia y Hernández Martínez también hubieran colaborado en el gobierno de Astudillo, que tenía alianzas con Salgado Macedonio”, refiere para contextualizar.

Riva Palacio añade que durante la gestión de Astudillo “se protegió a Los Tlacos, se contuvo a La Familia Michoacana en Tierra Caliente y se distribuyeron los territorios con Los Ardillos”.

Para continuar con esa “estrategia”, durante la gestión de Evelyn Salgado, su padre, Félix Salgado Macedonio, intentó poner “como fiscal a un excolaborador suyo en la alcaldía de Acapulco”, pero no pudo porque el “Ejército nombró como fiscal a la teniente coronel Sandra Luz Valdovinos”.

El periodista recuerda que la fiscal quiso desmantelar la red de protección de Los Tlacos e incluso obtuvo órdenes de aprehensión contra los líderes de esa organización criminal pese a los intentos de sabotajes de los Salgado. Hasta que finalmente fue destituida.

Tras el cambio de mando en la alcaldía de Chilpancingo, refiere Riva Palacio, Los Ardillos debieron pensar que “la impunidad de sus líderes era insuficiente” porque la nueva administración de la capital de Guerrero estaría encabezada por “los grupos políticos que permitieron la expansión de Los Tlacos a costa suya”.

Por ello, el analista considera que el grupo criminal detrás de los crímenes en Chilpancingo podría ser el de “Los Ardillos”.