Expertos advierten fragmentación, opacidad, falta de recursos y duplicidad con IMSS-Bienestar
Aunque se cuenta con Insabi, cuestionan los procedimientos para incursionar el IMSS-Bienestar para que personas sin seguridad médica puedan gozar del servicio
La salud es una de las necesidades prioridades que el gobierno debe cumplir, por lo que el 31 de agosto se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF), el decreto para crear el organismo público descentralizado llamado Servicios de Salud del Instituto Mexicano del Seguro Social para el Bienestar (IMSS-Bienestar) como parte de la Administración Pública Federal.
Por lo que a partir de este 1 de septiembre, IMSS-Bienestar es una institución pública, con personalidad jurídica y patrimonios propios, que podrá firmar acuerdos y celebrar convenios para atender a las personas que no cuentan con seguro social. Con el fin de brindar atención integral, gratuita, médica y hospitalaria con entrega de medicamentos a personas sin afiliación a seguridad social bajo los criterios de universalidad e igualdad.
Brindando con recursos presupuestarios, materiales, capital humano, financieros e infraestructura que le transfieran los gobiernos estatales con los recursos del Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud, así como recursos federales que determinen.
Por o que se permitirá el acceso progresivo, efectivo, oportuno, de calidad y sin discriminación al Modelo de Atención Integral a la Salud del IMSS o Bienestar.
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“Para cumplir con su objeto, el IMSS-Bienestar contará con los recursos presupuestarios, materiales, humanos, financieros y de infraestructura que le transfieran directamente los gobiernos de las entidades federativas con cargo a recursos propios o de libre disposición, o bien, con los recursos del fondo de aportaciones a que se refiere el artículo 25 de la Ley de Coordinación Fiscal (...), así como, en su caso, aquellos recursos federales etiquetados que se determinen en las disposiciones aplicables”, señala el decreto publicado en el DOF.
¿INSABI FRACASÓ?
Si bien el nacimiento de la institución sustituye al Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (Insabi), que atiende a la población sin seguridad social, también fungirá como organismo público descentralizado, sectorizado por la Secretaría de Salud.
Es decir, habrá dos organismos que atiendan la salud de los mexicanos, IMSS-Bienestar por decreto e Insabi por la Ley General de Salud.
Sin embargo, para que IMSS-Bienestar comience con las operaciones se deberán firmar acuerdos con las entidades federativas -hasta el momento son 15- que gusten incluirse, así como transferir su infraestructura y personal; mientras que ocho estados cuentan con acuerdos con Insabi, lo cuales algunos son recientes como el caso de Nayarit, Colima y Tlaxcala.
Por lo que expertos prevén duplicidad entre los dos organismos públicos descentralizados, uniéndose el mismo Seguro Social ordinario y Pemex.
Aunque, como con Insabi, no se transparenta el incremento de presupuesto para atender a la población; sin olvidar que no se menciona si se incluirá el tercer nivel de atención -atención brindada por hospitales de alta especialidad-, solo especificando el primer y segundo nivel con especialidades médicas básicas de pediatría, ginecología, medicina interna, cirugía, anestesiología y urgencias.
Aunque otros especialistas instigan a que la creación del IMSS-Bienestar ayudará a mitigar el fracaso del Insabi, ya que “de alguna forma se acepta que el Insabi no funcionó como se esperaba”, mencionó Rodolfo de la Torre, coordinador de movilidad social en el Centro de Estudios Espinosa Yglesias.
ESPECIALISTAS ALERTAN FRAGMENTACIÓN
Ante estas opacidades, especialistas alertaron que lejos de unificar los sistemas de salud, se podría fragmentar un más, aunado a la asignación de recursos.
Para Octavio Gómez-Dantés, del Centro de Investigación en Sistema de Salud del Instituto Nacional de Salud Pública, la transferencia de 70 millones de derechohabientes no se podría garantizar ni en cinco años de gestión.
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“No parece haber una idea clara que hacia donde quieren avanzar, no hay una estrategia de corto y mediano plazo en la que se definan los ojetivos ni los recursos que se van a utilizar. Seguimos quedándonos en la indefinición”, mencionó Gómez-Dantés.
Mientras que para la investigadora Judit Méndez del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria se mantienen la carencia presupuestal que tuvo Insabi; “no se definen servicios incluidos por nivel de atención ni cómo se esperaría cubrir los servicios de especialidad que llevan a mayor gasto de bolsillo de los hogares”.
NO ES LA PRIMERA VERSIÓN
Desde 1979, se ha proyectado la incorporación de IMSS con el sistema de salud gubernamental, aunque con otros nombres; en el gobierno de José López Portillo se tenía planteado IMSS-Coplamar; con Carlos Salinas de Gortari fue IMSS-Solidaridad; para el nuevo siglo con la administración de Vicente Fox se planteaba el nombre de IMSS-Oportunidades; mientras que tomo el nombre de IMSS-Prospera con Enrique Peña Nieto, para finalmente consolidarse IMSS-Bienestar con el gobierno de AMLO.