Gumercindo Rocha, chofer de ‘La Tuta’, sin rastro desde su captura
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La madre del conductor sigue en la búsqueda de su hijo, quien habría sido obligado a formar parte
CDMX.- Irma Avilés Peña, madre de Gumercindo Rocha Avilés, sigue buscando desesperadamente el paradero de su hijo, del que no sabe nada desde la detención de Servando Gómez Martínez, alias “La Tuta”.
La mujer encontró en la primera plana de un periódico una nota con el titular “Capturan a 11 integrantes de Los Caballeros Templarios”, y entre las fotografías que visten la nota estaba su hijo.
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Y aunque Rocha apareció en la prensa como “detenido” por formar parte de la organización criminal, ni su madre, esposa y amigos saben donde está, menciona un artículo del diario Milenio.
La madre de Gume, como le decían en su círculo cercano, recuerda que en junio de 2013, Juan Gómez Murga, vecino de la familia y vinculado a la delincuencia organizada, tocó a la puerta para pedir a su hijo que lo apoyara a cambiar una pieza de su auto.
Irma atendió a la puerta y su hijo se marchó, con la promesa de volver horas después. Llegada la noche y sin saber de Gume, Irma encaró al vecino para saber donde se encontraba.
“La verdad, el único pecado de su hijo fue ser perro [sic] para el volante. Nadie lo mandó a manejar tan chingón”, dijo Gómez a la señora. En ese momento le confesó que su hijo se había convertido en chofer de “La Tuta”, a petición del mismo líder criminal.
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Pasaron los días y la preocupada madre no tuvo noticias sobre él, por lo que seguía manteniendo contacto con el vecino para tener noticias sobre Gume, pero esto terminó cuando días después Gómez Murga fue acribillado.
La mujer visitó instancias locales y luego de recordar una amistad en el Ejército acudió a él. El conocido le recomendó para interponer una denuncia por desaparición de una persona detenida por una autoridad federal; sin embargo en el Ministerio Público no le quisieron levantar la denuncia ni brindar información.
“Vaya a buscarlo a los penales de alta seguridad... Sólo un consejo, los detenidos por delincuencia organizada suelen cambiarse el nombre, por protección de ellos, pero también de su familia”, le dijo.
Al ser una persona de bajos recursos le es complicado movilizarse y acudir a instancias federales, ella cuida del hijo de Gume y ayuda a la expareja, por lo que resulta difícil estar viajando.
Pese a que han pasado los años, doña Irma no pierde la esperanza de reencontrarse con su hijo, quien supo está detenido, con vida pero probablemente tras las rejas.
Con información de Milenio