Confirman la muerte de la periodista sueca que desapareció en Copenhague
Los análisis de ADN confirmaron que el torso encontrado frente a Copenhague pertenece a la mujer y todo apunta a que la manipulación del cadáver se hizo para que se hundiera en el fondo del mar.
Los investigadores daneses encontraron restos de sangre de la periodista sueca desaparecida Kim Wall a bordo del submarino al que había subido a hacer un reportaje e identificaron el torso hallado en una playa como perteneciente a la víctima, confirmó hoy el portavoz policial Jens Moller Jensen.
Los análisis de ADN confirmaron que el torso encontrado frente a Copenhague pertenece a la mujer y todo apunta a que la manipulación del cadáver se hizo para que se hundiera en el fondo del mar. La cabeza y las extremidades siguen desaparecidas y se cree que fueron "cortadas deliberadamente".
Los forenses determinaron que originalmente había algo metálico atado al cuerpo que debía mantener a la muerta en el fondo. Además, "al parecer los cortes en el torso se hicieron para asegurarse de que salieran el aire y los gases para que el cuerpo no flotara en la superficie", explicó Moller Jensen.
La autopsia fue "larga y complicada debido a la ausencia de extremidades", agregó, y señaló que aún no se conoce la causa de la muerte.
Wall, de 30 años, fue vista por última vez en la tarde del 10 de agosto a bordo de un submarino de fabricación artesanal construido por el danés Peter Madsen, cuando ambos abandonaban el puerto de Copenhague.
Madsen, de 46 años, que al principio dijo que había dejado a la periodista a salvo en una zona del puerto, finalmente confesó que había muerto en un "accidente" a bordo.
El dueño y diseñador del submarino de 18 metros de largo está acusado de homicidio involuntario agravado y se encuentra en prisión preventiva desde el 12 de agosto. Todavía no ha sido interrogado sobre los nuevos hallazgos aunque su abogada afirmó al diario "BT" que el hecho de que apareciera el torso no cambia nada en su declaración sobre el presunto accidente.
Moller Jensen no entró en detalles sobre las declaraciones de Madsen porque el caso está bajo secreto de sumario, pero no ocultó la sorpresa que fue hallar un torso, porque esperaban un cuerpo completo.
La familia de la reportera reaccionó hoy con un "inmenso dolor" a la confirmación de su muerte. "No podemos desentrañar el alcance del desastre y muchas preguntas siguen sin respuesta", escribió en Facebook la madre de la víctima, Ingrid Wall.
También añadió que han recibido numerosos mensajes de apoyo que muestran "cuán amada y apreciada era, como persona y como profesional del periodismo".
Wall, que trabajaba como freelance, estaba escribiendo un reportaje sobre Madsen cuando desapareció. El sospechoso también es conocido en Dinamarca por diseñar cohetes, por lo que había sido bautizado por los medios como "Rocket Madsen" (Cohete Madsen).
Cuando el día del reportaje por la noche Wall no volvió a contactar con su familia, ésta alertó a las autoridades de rescate marítimo, pero la mujer no apareció. La primera declaración de Madsen fue que había dejado a Wall en tierra y tenido después problemas técnicos con el submarino, que finalmente se hundió.
Madsen, un personaje galante y excéntrico conocido en su país por haber construido tres submarinos con otros ingenieros, fue rescatado por un barco privado al sur de Copenhague. El submarino, bautizado "UC3 Nautilus", fue recuperado al día siguiente.
Sin embargo, la Policía desconfió y detuvo al inventor. Pasado unos días cambió su versión y reconoció que la periodista había muerto a bordo en un accidente y que lanzó su cadáver a la bahía de Koge.
Las autoridades iniciaron una búsqueda sin resultados hasta que finalmente el lunes un ciclista vio el torso en una playa en la costa sur de la isla de Amager frente a Copenhague.
Cerca del lugar donde se encontraron los restos la Policía mantiene una amplia operación de búsqueda que incluye buzos. El hallazgo del torso fue un elemento determinante en la investigación, subrayó Moller Jensen