María Corina Machado se convierte en la nueva esperanza de la oposición contra Maduro en Venezuela
El sábado salió de la clandestinidad para liderar una manifestación en Caracas, desafiando la amenaza del gobierno de Nicolás Maduro de encarcelarla.
María Corina Machado quien se ha convertido en la líder de la oposición de Venezuela y que se encontraba escondida después de protestar contra los resultados de la reelección a Nicolás Maduro y asegurar que era un fraude.
El sábado salió de la clandestinidad para liderar una manifestación en Caracas, desafiando la amenaza del gobierno de Nicolás Maduro de encarcelarla.
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Machado apareció por primera vez en público en medio de manifestaciones en todo el país en protesta por lo que los líderes de la oposición, así como Estados Unidos y muchas otras naciones, dicen que fue el robo de las elecciones del 28 de julio por parte del presidente Maduro.
Machado, a quien se le impidió presentarse como candidata, dijo el jueves que temía por su vida, luego de que Maduro señalara que ella y su candidato suplente, Edmundo González, deberían estar “tras las rejas”.
“Después de una brutal represión, creyeron que nos iban a callar, atemorizar o paralizar, la presencia de cada uno de ustedes aquí demuestra al mundo la magnitud de la fuerza y lo que significa que vamos a llegar hasta el final”, dijo Machado a sus seguidores durante las protestas de este sábado.
La líder opositora abogó por mantener una lucha “pacífica y cívica” pero con “fuerza” ya que, dijo, las elecciones del 28 de julio marcaron un “hito” sobre el cual se inició la “transición a la democracia” en la nación caribeña.
Asimismo, manifestó que en estos últimos días ha habido denuncias de persecución contra los testigos electorales, al tiempo que indicó que el “miedo” está en el lado del gobierno de Maduro.
La exdiputada sostuvo que no renunciará al derecho a la protesta pacífica, así como que no aceptará que planteen un “chantaje” que “iguala a víctimas con victimarios”.
”Nosotros no tenemos armas de fuego, es el régimen que las usa contra la población, protestar cívica y pacíficamente no es violencia”, apuntó.
¿QUIÉN ES MARÍA CORINA?
María Corina Machado Parisca tiene tres hijos y es la mayor de cuatro hermanas en una familia presidida por un prestigioso empresario del sector metalúrgico cuyas empresas fueron nacionalizadas por Hugo Chávez, el antecesor de Maduro. Su madre es una reconocida psicóloga y tenista.
Ingeniera industrial con especialización en finanzas, María Corina trabajó en varias empresas industriales hasta que se vinculó a organizaciones de lucha contra la pobreza y de veeduría electoral.
Desde ahí se acercó al Partido Republicano en Estados Unidos, país donde vivió y con el que guarda vínculo y conexiones políticas. El chavismo siempre la vio como una colaboradora del “golpismo imperialista”.
La primera acusación que le imputaron fue por recibir ilegalmente dinero de fundaciones estadounidenses, cargo que le valió una prohibición de salida del país por tres años.
En 2010 llegó a la Asamblea Nacional como diputada independiente con un discurso anticomunista y en 2012 perdió las primarias de la oposición con Henrique Capriles.
Por cuenta de las inhabilitaciones, durante los últimos diez años Machado ha hecho política por fuera del sistema, promoviendo “la salida de Maduro” en 2014 junto a Leopoldo López e impulsando las protestas en 2017 y 2019.
Fue la primera en calificar al gobierno de “dictadura”, rechazó todos los intentos de negociación con el chavismo, defendió el uso de la fuerza para sacar a Maduro y se opuso a los principales partidos opositores, a los que acusó de “colaboracionistas”.
Eso, añadido a su insistencia en quedarse en el país pese a las amenazas de arresto y probablemente apelando a la tradición metalúrgica de su familia, le valió para ser apodada “la dama de hierro”.
A medida que los liderazgos de Capriles, López y Juan Guaidó se fueron desgastando, ella apareció como la carta más clara —la última de una generación— para enfrentar a Maduro.
En la academia se suele decir que el pueblo venezolano tiene una vocación caudillista. Empezando con Simón Bolívar, en los siglos XIX y XX abundaron los líderes de estilo personalista y paternalista.
Aunque viene de antes, muchos encuentran la principal causa de esta cultura política en el descubrimiento y luego la nacionalización del petróleo, un recurso que creó la idea de un “Estado mágico” que velaba por cada venezolano.
Hugo Chávez, a su manera y por sus razones concretas, fue el último exponente de esto.
Y ahora Machado, desde un lugar opuesto ideológicamente y en condición de mujer, propone una nueva manera de conectarse con el pueblo a través de esa misma cultura política.
Estos días de protestas lo ha demostrado: la gente, hombres y mujeres y niños de todas las clases, le gritan, la abrazan, la besan en la cara y en la mano. Le dicen “mi amor”, “mi reina”, “cuídate, mi niña”. La ven como hija y como madre y como abuela. Le piden a Dios por ella. Le tienen cariño y respeto por “arrecha”, por “valiente y consistente”.
El 13 de enero de 2012 el presidente Hugo Chávez dio su anual discurso de Memoria y Cuenta ante la Asamblea Nacional. En la serie de interpelaciones, sonó la voz envalentonada de una diputada opositora de 44 años.
“¿Cómo puede usted hablar de que respeta al sector privado cuando se ha dedicado a expropiar, que es robar?”, le preguntó María Corina Machado.
Y Chávez le contestó, después de un largo silencio y ante el grito de la bancada oficialista: “Yo le sugiero que gane las primarias, diputada, porque está fuera de ranking para discutir conmigo”.
Después de otro silencio, remató: “Águilas no cazan moscas, diputada”.
Doce años después Machado puede decir que ganó las primarias con el 95% de los votos y las presidenciales, en fórmula con González Urrutia, con el 70% de los votos, según las actas oficiales que le mostró al mundo.