Se ‘hacen bolas’ en la mañanera para borrar idea del campo de exterminio

El periodista Raymundo Riva Palacio criticó la conferencia mañanera de ayer, calificándola como un intento fallido de la Presidencia para eliminar la idea de que en el Rancho Izaguirre operaba un campo de exterminio. Según su análisis, el ejercicio de comunicación se convirtió en una operación burda de control de daños que no logró su cometido.

Riva Palacio señaló que la sesión, que duró una hora y 36 minutos, estuvo diseñada para monopolizar el discurso oficial y evitar cualquier cuestionamiento crítico. Según denunció la reportera Dalila Escobar de Proceso, citada por el columnista, no hubo sorteo para las preguntas y la primera fila estuvo ocupada por voceros afines al gobierno.

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De acuerdo con Riva Palacio, Jesús Ramírez Cuevas, coordinador de asesores de la Presidencia, fue el encargado de esta estrategia, asegurando que las intervenciones reforzaran la versión oficial. Sin embargo, el periodista sostiene que la ejecución resultó contraproducente.

Uno de los participantes en la conferencia, César Huerta de la revista Polemón, afirmó que “no había grandes hornos crematorios como en Auschwitz”. Para Riva Palacio, este intento de desvirtuar la información terminó por evidenciar lo contrario, ya que al mencionar “hornos de ladrillo” confirmó indirectamente la existencia de estructuras rudimentarias utilizadas por grupos criminales para la desaparición de cuerpos. La Fiscalía de Jalisco había informado previamente que se hallaron restos calcinados bajo losas de ladrillo y tierra, lo que coincide con el modus operandi del Cártel Jalisco Nueva Generación.

Según el columnista, otro asistente al que identifica como propagandista, Manuel Pedrero, intentó desviar la discusión acusando a los medios de “banalizar el Holocausto” y argumentando que un campo de exterminio solo podría existir si fuera auspiciado por el gobierno.

No obstante, Riva Palacio citó el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, el cual define un campo de exterminio como un lugar donde se imponen condiciones de vida “encaminadas a causar la destrucción de parte de una población”.

El columnista también destaca que la presidenta Claudia Sheinbaum, al ver que sus aliados no reforzaban su postura, insistió en que repitieran que no había indicios de un campo de exterminio.

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Sin embargo, el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, admitió que “nosotros no lo tenemos confirmado”. Para Riva Palacio, esto contrastó con información previa sobre la captura de un comandante del CJNG apodado “El Lastra”, quien confesó que en ese lugar “privaban de la vida a personas que se resistían al adiestramiento o intentaban escapar”.

Finalmente, Riva Palacio cuestiona la insistencia de Sheinbaum en negar el término “campo de exterminio” y advierte que el error comunicacional de la mañanera revela una estrategia fallida de control de daños, así como una preocupante intención de manipular la conversación pública en lugar de enfrentar la realidad del problema de los desaparecidos en México.