Todo lo que tienes que saber sobre el Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto
COMPARTIR
Se conmemora cada año el Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto en el aniversario de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau por los soviéticos, el 27 de enero de 1945
El día de hoy se conmemora el Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto y aunque en el inconsciente colectivo este tema sigue permeando, para las nuevas generaciones es un hecho histórico muy remoto que es necesario recordar para poder evitar que se vuelva a repetir.
Por lo que en el contexto histórico se remonta a enero de 1933, cuando Adolf Hitler fue electo como canciller de Alemania, iniciando un periodo en la historia mundial como el Tercer Reich o el tercer imperio alemán.
TE PUEDE INTERESAR: De acuerdo con un estudio de Claims Conference, quedan en el mundo 245,000 judíos supervivientes del Holocausto
El partido Nazi, que propagaba una política nacionalsocialista, puso fin a la Alemania democrática y decadente, que había quedado muy afectada con el Tratado de Versalles, que puso fin a la Primera Guerra Mundial.
Hitler estableció el antisemitismo que era la persecución del pueblo judío con la justificación de preservar la mal llamada raza aria, considerando al pueblo hebreo como malvados y con afán de dominación mundial.
Apoyado por la propaganda nazi, una estrategia hábilmente puesta en marcha por el ministro Goebbels, consiguió la aceptación por parte de millones de personas del exterminio sistemático de las poblaciones étnicas, principalmente de los judíos. Así empezó el Holocausto, uno de los genocidios más terribles de la historia de la humanidad.
A partir de 1935, bajo las nuevas Leyes de Núremberg, las comunidades judías quedaron desprovistas de derechos y comenzaron a ser recluidas en guetos, donde vivían en condiciones inhumanas. De este modo, las SS (Schutzstaffel), organización responsable de esta limpieza étnica, los podía mantener fácilmente bajo control.
Entre 1941 y 1945, el régimen nazi ordenó el traslado de los judíos de Alemania y otros territorios sometidos al Tercer Reich a campos de concentración y de exterminio para llevar a cabo la llamada “Solución Final de la Cuestión Judía”: eran forzados a la esclavitud, vivían en condiciones insalubres, y algunos de ellos se usaban para espantosos experimentos médicos, hasta que eran aniquilados con gas o fusilados y sus cadáveres se incineraban en hornos crematorios. Se estima que a causa del Holocausto, que culminó en 1945 con el final de la Segunda Guerra Mundial, murieron más de 6 millones de personas.
El complejo de Auschwitz-Birkenau, ubicado en la Polonia ocupada, que incluía campos de concentración, de trabajo y de exterminio, fue el más grande y el último en ser liberado por el Ejército Rojo, el 27 de enero de 1945.
Esta fecha ha quedado inmortalizada a nivel mundial con el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto, proclamado por la UNESCO en 2005 para recordar las atrocidades cometidas por el régimen nazi, rendir tributo a sus víctimas, y ratificar el compromiso de luchar contra toda forma de violencia hacia colectivos humanos.
MUSEOS SOBRE EL HOLOCAUSTO
En el verano pasado, el Barrio Cultural Judío de Ámsterdam, en Países Bajos, abrió el Museo Nacional del Holocausto en la sede de la antigua escuela del profesorado y el teatro de Hollandsche Schouwburg. Los Países Bajos será uno de los últimos países de Europa occidental en crear un museo de este tipo, cuya inauguración llega más de 75 años después de la Segunda Guerra Mundial. El nuevo museo no solo abordará la historia del propio Holocausto, sino también mostrará las enormes consecuencias que tuvo sobre la sociedad holandesa, tanto judía como no judía.
El Museo Nacional del Holocausto busca confrontar a la gente con las consecuencias de la indiferencia, la discriminación y la exclusión, tanto de aquel momento como de la actualidad. El Barrio Cultural Judío ha afirmado que “la información sobre este oscuro capítulo de la historia tiene un valor incalculable. Representa una potente herramienta para reconocer amenazas para nuestra sociedad e incluso para evitarlas. De esta forma es como el museo puede contribuir a una sociedad en la que los derechos de todos están protegidos.”
El mayor reto para el Museo Nacional del Holocausto reside en la inevitable fragilidad de tratar la memoria en dos sitios históricos diferentes con funciones distintas. El teatro constituye un lugar oficial de conmemoración, y el museo ofrece al visitante una compleja experiencia a través de la conservación y la presentación de hechos históricos, sin vulnerar o siquiera desdibujar la autenticidad del recuerdo. Conservar y presentar hechos históricos reviste una importancia mayor en una sociedad actual saturada de información. Los museos, las universidades y otras instituciones con misiones educativas comparten la responsabilidad de ofrecer al mundo información fiable, fácilmente accesible y sin filtros sobre el Holocausto, probablemente la mayor atrocidad de la historia del siglo XX.
La conmemoración del Holocausto es una constante fuente de desacuerdo entre judíos y no judíos, así como entre la izquierda y la derecha políticas. Los holandeses tardaron décadas en enfrentarse al duro hecho de que se deportaron más judíos de su país que de cualquier otro de Europa, con la única excepción de Polonia. De los 140.000 judíos que se estima que vivían en los Países Bajos antes de la Segunda Guerra Mundial, 102.000 fueron asesinados. En lugar de reconciliarse con este legado, se celebraban las heroicas historias de resistencia nazi y se ignoraban cómodamente los flagrantes casos de colaboración privada y pública. En Ámsterdam y en La Haya, entre otras ciudades, los judíos que volvían de los campos eran recibidos por los ayuntamientos con liquidaciones de impuestos, por los arrendamientos de terrenos atrasados que se les habían acumulado durante su forzada ausencia del país, por dar solo un ejemplo.
En Buenos Aires, Argentina, también hay un Museo del Holocausto que está destinado a mantener viva la memoria de la Shoá (holocausto en hebreo) y difundir lo ocurrido durante el genocidio del pueblo judío a la sociedad argentina, recolectando un amplio archivo de documentos y objetos personales donados por aquellos que sufrieron la persecución e inmigraron desde Europa.
Las gestiones para la creación del museo comenzaron a mediados de la década de 1990, cuando la Fundación Memoria del Holocausto comenzó la recolección de relatos, testimonios, documentos y objetos personales de los sobrevivientes del Holocausto en la Argentina.
Luego de recibir del Gobierno Nacional el edificio de la Sub-Usina “Montevideo” de la Compañía Ítalo Argentina de Electricidad, en el barrio de Recoleta, se desarrolló el concurso de proyectos, donde se eligió ganadora la propuesta de Dujovne-Hirsch y Grinberg-Dwek-Sartorio-Iglesias, y la remodelación comenzó en agosto de 1999.
La obra avanzó rápidamente, a cargo de la constructora Fiwolco S.A., y el nuevo museo pudo inaugurarse el 25 de septiembre de 2000, con una muestra dedicada a Ana Frank, poco tiempo después de que en Berlín se abriera el Museo Judío diseñado por Daniel Libeskind.
Actualmente, el Museo del Holocausto de Buenos Aires renovó sus instalaciones y exhibición, cuya inauguración fue el 1° de diciembre de 2019. La muestra principal cuenta con 1554 m² y comparte espacio con instituciones que se dedican a trabajar por la memoria del Holocausto y de los sobrevivientes. Mientras el Museo estuvo en obra, funcionó en la sede temporal ubicada de José Hernández 1750 con la exhibición temporal “Reflexiones sobre la Shoá”.
En Israel, se encuentra el Yad Vashem, que es la institución oficial israelí constituida en memoria de las víctimas del Holocausto perpetrado por los nazis contra los judíos bajo el nazismo y durante la Segunda Guerra Mundial. El sitio está ubicado en el Bosque de Jerusalén, en la vertiente occidental de Monte Herzl (“Monte del Recuerdo”), que tiene unos 804 metros sobre el nivel del mar.
La idea de establecer un monumento en la histórica patria judía para las víctimas judías del Holocausto perpetrado por los nazis, fue concebido durante la Segunda Guerra Mundial como respuesta a los informes de asesinato en masa de los ciudadanos judíos en los países ocupados por Alemania. Yad Vashem fue propuesto por primera vez en septiembre de 1942, en una reunión de la junta del Fondo Nacional Judío por Mordejai Shenhavi, un miembro del kibutz Mishmar Ha’emek, quien sería el primer director de la institución.
En agosto de 1945 el plan fue discutido en mayor detalle en una reunión sionista en Londres, donde se decidió crear una junta provisional de dirigentes sionistas con David Remez como presidente, Shlomo Zalman Shragai, Baruch Zuckerman y Shenhavi. En febrero de 1946, Yad Vashem abrió una oficina en Jerusalén y una sucursal en Tel Aviv, y en junio de ese año celebró su primera sesión plenaria. En julio de 1947, la Primera Conferencia sobre Investigación del Holocausto se llevó a cabo en la Universidad Hebrea de Jerusalén, donde se hicieron los primeros planes para el futuro de Yad Vashem. Sin embargo, el estallido de la Guerra de independencia de Israel en mayo de 1948 retornó casi todas las operaciones de Yad Vashem a un punto muerto. En 1953, el Knesset aprobó por unanimidad la Ley Yad Vashem, estableciendo la Autoridad del Recuerdo de los Mártires y Héroes. El edificio se construyó entre 1959 y 1961, obra de Arieh Sharon y Aryeh Elhanani.
En marzo de 2005 se abrió un nuevo complejo cuatro veces más grande que el anterior, se incluyó dentro el Museo de Historia del Holocausto con un nuevo Salón de Nombres, un museo con arte relacionada al Holocausto, varias exhibiciones y un centro de aprendizaje. El 9 de noviembre de 2008, el rabino Yisrael Meir Lau fue designado por el gobierno israelí como Presidente de Yad Vashem para reemplazar al fallecido Tommy Lapid.
En Washington D.C, Estados Unidos, se encuentra el Museo Conmemorativo del Holocausto de los Estados Unidos que es el monumento oficial en el que se conmemora a todas las víctimas y supervivientes del Holocausto de EE.UU. Se encuentra adyacente a la National Mall en Washington, DC. El United States Holocaust Memorial Museum (nombre oficial) (USHMM) se dedica a ayudar a los líderes y ciudadanos del mundo a superar el odio, impedir un genocidio, promover la dignidad humana, y fortalecer la democracia.
En 1980, el Congreso de los Estados Unidos autorizó la creación del museo sobre la base del informe de 1979 de la Comisión Presidencial del Holocausto establecida por Jimmy Carter. Con el apoyo de Miles Lerman, se recaudaron aproximadamente $190 millones de dólares para la construcción del museo y la adquisición de artefactos. El edificio del museo fue diseñado por James Ingo Freed (un superviviente judío de la Alemania nazi), de Pei, Cobb, Freed, y asociados. Además, Maurice N. Finegold, Finegold Alexander Associates Inc., fue el arquitecto consultor durante la puesta en marcha del proyecto. Aunque el exterior del edificio es monumental, de líneas limpias en consonancia con los grandes edificios gubernamentales en el contexto inmediato, el interior provoca resonancias más íntimas y viscerales.
Desde su inauguración en 1993, el museo ha recibido casi 30 millones de visitantes, incluyendo más de 8 millones de niños en edad escolar y 85 Jefes de Estado. Hoy en día, el 90% de los visitantes del museo no son judíos, y su sitio web, líder mundial en línea sobre el Holocausto, recibió 15 millones de visitas en 2006, con una media cada día de visitantes de 100 países diferentes.
JOE BIDEN
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, llamó este sábado “hacer frente al antisemitismo y a la violencia alimentada por el odio” con motivo del Día en Memoria de las Víctimas del Holocausto.
“Hoy, en el Día Internacional en Recuerdo del Holocausto, lamentamos uno de los capítulos más oscuros de la historia, cuando seis millones de judíos y muchas otras personas fueron asesinados sistemáticamente. Es nuestra responsabilidad hacer frente al antisemitismo y a la violencia alimentada por el odio en todas partes”, escribió el presidente en su cuenta de X, acompañado de un video de una reunión con sobrevivientes del Holocausto en la Casa Blanca.
“Estamos abordando el antisemitismo en las escuelas, aumentando la seguridad alrededor de los centros judíos y más”, dice Biden.
PROTESTAS EN ALEMANIA
Desde hace dos semanas, miles de alemanes se han manifestado en todo el país contra las tendencias radicales del partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD).
Este fin de semana están previstas más de 300 marchas, según la alianza ciudadana Campact, una de las organizadoras del movimiento.
“Hay el triple de manifestaciones que la semana pasada, especialmente en el este de Alemania”, indicó Campact el sábado en un comunicado. En esta región, antigua RDA, el partido AfD obtiene sus mejores resultados electorales.
Alemania conmemora cada año el Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto en el aniversario de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau por los soviéticos, el 27 de enero de 1945.
Este año, el 79º aniversario se celebra en un contexto tenso, después de que el medio de investigación alemán Correctiv revelara, el 10 de enero, que miembros de AfD discutieron la expulsión masiva de migrantes y “ciudadanos no asimilados”, en una reunión en noviembre.
La ministra del Interior, Nancy Faeser, comparó la reunión a la “horrible conferencia de Wannsee”, en 1942, en la cual el régimen nazi planificó el exterminio de los judíos europeos.
“‘Nunca más’ exige que todos vigilemos. Nuestra democracia no es un don de Dios, está hecha por el hombre”, advirtió Scholz.
LIBROS Y PELÍCULAS SOBRE EL HOLOCAUSTO
LIBROS
Sin destino, de Imre Kertész
Narra las experiencias de Gyurka, un chico judío húngaro, de 14 años de edad, en los campos de concentración alemanes.
Maus, de Art Spiegelman
Art, un dibujante de comics narra a través de esta novela gráfica la biografia de su padre Vladek Spiegelman, un judío polaco superviviente de los campos de exterminio nazis.
El diario de Ana Frank
La niña judía Ana Frank cuenta las vivencias de su familia y otra familia durante la ocupación nazi en Ámsterdam a través de sus diarios.
Si esto es un hombre, de Primo Levi
El autor narra sus experiencias al ser deportado del campo de concentración de Auschwitz, desde el momento de su captura junto con varios compañeros hasta la llegada del Ejército Rojo.
La ladrona de Libros, Markus Zusak
Desde el punto de vista de la muerte, la novela narra la historia de Liesel Meminger, una niña amante de los libros que fue dada en adopción durante la Segunda Guerra Mundial y que debe mostrar su valentía ante los ataques del partido de Hitler.
Películas
Schindler’s List (Steven Spielberg, 1993)
Oskar Schindler (Liam Neeson) organiza un plan para ganarse la simpatía de los nazis y adquiere la propiedad de una fábrica de Cracovia en donde emplea y ayuda judios.
La vita è bella (Roberto Benigni, 1997)
Guido, Dora y su hijo son internados en un campo de concentración nazi, en donde Guido hará todo lo que esté en sus manos para que todas las terribles vivencias parezcan sólo un juego.
The Pianist (Roman Polanski, 2002)
Wladyslaw Szpilman es un talentoso pianista polaco de origen judío que cuando los alemanes invaden Polonia se tiene que esconder y afrontar varios peligros.
Amen (Costa-Gavras, 2002)
Cuenta la historia de dos hombres, Kurt Gerstein, un químico y miembro de las SS, y Ricardo, un joven jesuita, quienes a pesar de estar en lados diferentes muestran su desaprobación ante los actos realizados por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial.
Saul fia (László Nemes, 2015)
Durante los terribles actos de barbarie realizados en el campo de concentración de Auschwitz, un prisionero judío húngaro llamado Saul trata de salvar de los hornos crematorios el cuerpo de un niño que toma como su hijo.