Asamblea nacional de cronistas

Opinión
/ 3 agosto 2025

La crónica permite detonar procesos y la inclusión holística de los grandes temas de la sustentabilidad, por eso es importante refrescarla con nuevas miradas

Todo mi reconocimiento a los hombres y mujeres que desarrollan la función de cronistas municipales. Algunos de ellos son cronistas de ciudades, pero los hay también quienes son cronistas de comunidades rurales o de pueblos originarios.

Los cronistas dan fe de los acontecimientos que van ocurriendo. Asimismo, los que tienen conocimientos técnicos de historia abordan la crónica con mayor dimensión. Los cronistas, todos, merecen el respeto de la sociedad, pues independientemente de su campo geográfico de actuación, su trabajo es honorífico.

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La cuadragésima séptima asamblea nacional de la Asociación Nacional de Cronistas de Ciudades Mexicanas (ANACCCIM) se desarrollará del 6 al 9 de agosto de 2025 en la ciudad de Durango, con un ambicioso programa que ha diseñado el doctor Javier Guerrero, próximo presidente de la asociación e historiador de profesión.

Hay un equipo que sostiene la agenda en la que habrá un acto solemne, encabezado por el alcalde de esa ciudad, y en el cual se dará el nombramiento de visitantes distinguidos a los cronistas que acudamos. Las sedes serán inmejorables, pues las mesas de trabajo se desarrollarán en el Instituto de Bellas Artes y la asamblea ordinaria en el Teatro Victoria.

Vitales serán los encuentros de crónica infantil y de crónica juvenil. Entre los temas que presentarán los cronistas están: los caminos reales y sus ramales en México; la arquitectura a la vera del camino; crónicas, relatos y leyendas por los caminos de México y el trasiego de los alimentos.

Como cronista de Bustamante, Nuevo León, ofreceré la ponencia “Crónicas para ser contadas”, en la que compartiré leyendas que existen en el pueblo desde el siglo 16 hasta el siglo 20. Además, me darán oportunidad de presentar, el 8 de agosto después de la asamblea ordinaria, mi libro “La crónica en Acción”, que incluye textos sobre el fortalecimiento de la Asociación Estatal de Cronistas Municipales de Nuevo León “José P. Saldaña” y sobre la resignificación de la Asociación Nacional de Cronistas de Ciudades Mexicanas, que pasó a ser en 2021, ya con carácter jurídico, la Asociación Nacional de Cronistas de Comunidades y Ciudades Mexicanas A.C. (ANACCCIM), precisamente durante mi gestión como presidente nacional 2020-2022.

En la portada del libro, publicado en 2023, aparece una fotografía de la toma de protesta virtual, fechada el 13 de agosto de 2020, en la que las personas aparecen con cubrebocas. Fue un tiempo en el que se demostró la gran capacidad de adaptación de los cronistas porque aprendimos a comunicarnos desde la virtualidad, pues debo señalar que el 60 por ciento de los integrantes de la asociación somos adultos mayores, algunos mayores de 80 años. En el libro también aparecen otros casos de asociatividad civil en torno a la crónica, tales como “La Cofradía de la Crónica” y la plataforma de “Cronistas del Renacimiento Mexicano”.

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Ese mismo día se presentará el libro “¿Qué es la Crónica? Un Legado Desde la Experiencia”, cuyo autor es el notable cronista chiapaneco Marco Antonio Orozco Zuarth. Es un esfuerzo muy importante porque recoge las voces de 40 cronistas. Asimismo, se presentará el número 6 de la revista “Crónicas Mexicanas”, que dirige el entusiasta periodista e historiador Oscar Tamez y que ha editado magistralmente Héctor García.

La crónica permite detonar procesos y la inclusión holística de los grandes temas de la sustentabilidad, por eso es importante refrescarla con nuevas miradas. Los cronistas podemos ser agentes de desarrollo cultural y además instalarnos como servidores de la conservación de la biodiversidad. Ya les comentaré aspectos de la próxima asamblea nacional de cronistas.

Columna: Mundo sustentable

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