Coahuila y sus alianzas, ¿seguiremos en la oposición?

Hoy estamos en la hora bruja de la noche, “cuando los cementerios bostezan y el mismo infierno exhala y nos contagia”, como dijera aquel príncipe de Dinamarca (país de moda en México), y por eso estamos contagiados de una venganza que ya está consumada contra un Poder Judicial gracias el mando insuflado de la presidenta Norma Piña, la misma que arrastró al precipicio a ministros, magistrados y jueces, a la carrera judicial, asimismo, a los poderes judiciales de los estados sin vela en ese entierro, un drama digno de Shakespeare o del dramaturgo Argüelles, porque cierto es que en esta hora bruja los togados cuervos están de luto ante una realidad inexorable: un nuevo régimen con un poder aplastante que será muy difícil cuestionar.

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Estamos pues en esa hora bruja de la noche cuando el infierno exhala peste y todo lo contagia. No en balde en Wall Street toman muy en serio la “hora bruja”, que es la más volátil de cada jornada, como ahora es volátil la situación política en Coahuila, que precisa definir en seguir apoyando causas perdidas o emprender el camino de la conciliación, como Durango.

Será intrascendente cómo vote nuestro Congreso con respecto a la reforma, pero sí marcará un distintivo de nuestra actitud para Morena-4T y la presidenta Claudia Sheinbaum.

Pero aún es más volátil la situación en nuestro Poder Judicial que será tocado por esta reforma garrafal de un vengativo AMLO crepuscular. Y hay que decir sin ánimo justificativo que en la mayoría de los estados no hay separación de poderes, donde el judicial abusa del presupuesto y de los haberes de retiro que, para eso, sí son autónomos.

En Coahuila los gobernadores se han propasado al imponer magistrados y jueces sin carrera judicial, líderes de partidos, parientes, cofrades de tendencia y bufones de su graciosa majestad. Y un caso ominoso de lo que hoy el PAN vocifera a la 4T es el del magistrado Bernardo González Morales, que fue presidente estatal de Acción Nacional, recalcitrante opositor de Miguel Riquelme y que luego resultó magistrado judicial en su gobierno. Ulises Hernández es otro magistrado panista nombrado también en concertacesión.

Rubén Moreira, ahora férreo opositor a la reforma, nos impuso a magistrados por capricho: Gregorio Pérez Mata, Sandra Rodríguez Wong y Juan José Yáñez Arreola.

Goyo y “Charreola” arrastran temas muy cuestionables. Pérez Mata, los millones perdidos en el Ficrea. “Charreola” su encarcelamiento en Zacatecas y su don de la ubicuidad porque cobra en el poder judicial y en la UAdeC como maestro investigador.

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Este tipo de abusos son los que detonaron la reforma judicial. Y en este contexto hay que decir que la Facultad de Jurisprudencia de la UAdeC también está pasando por su hora bruja. Allí hay un gran traidor que bien encarna a lord y a lady Macbeth antonomasia de la traición. Ni el gobernador ni el rector deben permitir la cercanía de este sujeto. En esa escuela faltan 17 millones de pesos que el director Alfonso Yáñez no ha solventado, mientras que la escuela se cae a pedazos en techos, baños y mobiliario. Pero este “Charreola” es director, notario, investigador y grillo de tiempo completo. ¿Hasta cuándo va a ser tolerado este farsante en la UAdeC? Ya se apresta para titular a 70 nuevos “abogados al vapor” que dizque estudiaron en línea. De veras que están degradando a esa facultad. Y luego por qué hacen las reformas.