Donald Trump regresa y con él la incertidumbre para México
Hoy arranca el segundo mandato de Donald Trump y los que bien podrían convertirse en los cuatro años más complejos de la relación bilateral entre México y Estados Unidos
“Para cuando el sol se ponga mañana, la invasión de nuestro país se habrá detenido”, es la frase que más se ha destacado del discurso que el −hasta ayer− presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, pronunció este domingo ante el eufórico público que abarrotó el Capital One Arena, un recinto deportivo en el cual habitualmente se juega baloncesto y hockey, en la ciudad de Washington.
La frase reitera lo que Trump dijo en incontables ocasiones a lo largo de sus dos campañas y que hoy podría convertirse en órdenes ejecutivas que accionen a diversas agencias del gobierno estadounidense: la inmigración ilegal constituye para él una amenaza y, por ello, la combatirá sin contemplaciones.
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Y aunque no es este el único tema en torno al cual Trump ha sostenido un discurso radical, sí es el tema que, al menos en lo inmediato, más preocupa en nuestro país, pues la deportación masiva de personas a través de la frontera norte constituye un desafío enorme.
La presidenta Claudia Sheinbaum ha asegurado que México “está preparado” para hacer frente a las medidas antimigrantes que ha expuesto quien hoy se convertirá en el presidente número 47 de la Unión Americana, pero la evidencia a la vista indica, sin lugar a dudas, que si Trump cumple sus amenazas viviremos una crisis en la zona fronteriza.
Coahuila no es ajena a dicha posibilidad. Piedras Negras y Ciudad Acuña figuran entre las comunidades fronterizas mexicanas a través de las cuales las autoridades estadounidenses podrían comenzar a deportar, en las próximas horas, a miles de compatriotas nuestros e incluso a inmigrantes provenientes de otros países.
Casi nadie es optimista respecto a la posibilidad de que Trump “modere” las medidas que ha prometido poner en práctica. Por ello, en la larga lista de órdenes ejecutivas que, se asegura, tiene preparadas para firmar el mismo día de hoy, seguramente se encuentran las relativas a la migración y al control de la frontera con México.
Las noticias que se han difundido en los últimos días señalan que el número de las referidas “órdenes” podría incluso superar las 200 y en ellas también figurarían las relacionadas con el tratamiento que ha prometido darle a las organizaciones criminales que operan en nuestro país.
Directamente relacionado con el tema anterior está el de los aranceles, un elemento que ya ha usado en el pasado para presionar al gobierno mexicano a actuar en la dirección de sus deseos, específicamente en lo relativo a “sellar” la frontera a la inmigración ilegal, aunque ahora lo que busca es que nuestro país frene el trasiego de fentanilo y deje de servir como trampolín para el ingreso de productos chinos a Estados Unidos.
Veremos cómo se comporta el más impredecible de los mandatarios estadounidenses de los últimos tiempos a partir de que se juramente como presidente. El sentido común aconseja no ser muy optimistas y, más bien, por el contrario, prepararse para cuatro años complejos, inestables y turbulentos.