El derecho de acceso a Internet y la consolidación de los derechos humanos

Opinión
/ 12 mayo 2024

Las personas se comunican en la actualidad a través de mensajes de correo electrónico, solicitan el traslado a un conductor por medio de plataformas digitales, realizan la reserva de alojamientos en la Ciudad de México o en otra capital del mundo usando tales sistemas, aprecian películas de drama y miniseries de espías famosos por esa misma vía y reciben tratamientos médicos a distancia. Todo ello lo pueden hacer los seres humanos a través de Internet.

Desde mediados de la década de los noventa del siglo XX las personas comenzaron a acceder a Internet, y entre finales de ese siglo y comienzos del presente dicho acceso se hizo masivo. Internet es una red informática mundial que implica la conexión directa entre computadoras con ubicación diferente y que poseen información. La posibilidad de obtener información y entablar comunicación es la gran potencialidad de Internet.

TE PUEDE INTERESAR: Autismo, derechos humanos e integración, el compromiso social y de las instituciones

En la esfera jurídica dicha red informática ha sido objeto de distintas regulaciones, por autoridades internacionales y nacionales. Entre esa ordenación cabe destacar su reconocimiento como derecho. En ese sentido, a nivel internacional la Declaración Conjunta sobre la libertad de expresión e Internet, adoptada el 1° de junio de 2011 por autoridades de la ONU, la OEA, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa y la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos establece, en su número 6, literal c, el derecho de acceso a Internet. Igualmente, la Resolución A/HRC/RES/47/16, del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, dictada el 26 de julio de 2021, señala que “los mismos derechos que asisten a las personas fuera de Internet también deben protegerse en línea”.

En México, la Constitución federal indica, en su artículo 6, párrafo tercero, que el Estado garantizará el derecho de acceso a Internet. En el ámbito local, la Carta de Derechos Civiles de Coahuila de Zaragoza contempla, en su artículo 129, el derecho de acceso universal a Internet.

La repercusión de Internet en los derechos humanos y las libertades fundamentales es significativa. Ese efecto está presente en la difusión de las ideas y la impartición de la justicia, pasando por la educación y la protección de la salud. Tales consecuencias se pueden apreciar, a modo de ejemplo, a través de los siguientes derechos: la libertad de opinión y expresión, el acceso a la información, la participación en los asuntos públicos y la educación.

Con relación a la primera libertad, a través de Internet circulan ideas y opiniones de diversa índole. Dicha red ha contribuido de manera notoria a impulsar la libertad de expresión.

Asimismo, por medio de Internet la ciudadanía puede acceder a información sobre la organización y funcionamiento del Estado. En ese caso, sus organismos deben suministrar toda la información posible para que las personas conozcan qué hacen esas entidades y en qué se gastan los recursos, así como puedan ejercer fórmulas de control. Igualmente, esa red informática facilita la participación ciudadana en asuntos públicos. Esto se hace por medio del voto electrónico, el voto por Internet, las campañas electorales, y la propaganda electoral.

Por último, Internet también permite la realización del derecho a la educación. En efecto, esa red ofrece las siguientes posibilidades en esa materia: llegar a lugares remotos, ingresar a diversas horas y conseguir más y mejor información.

Sin embargo, los derechos mencionados experimentan límites y desafíos en el entorno virtual. En efecto, la difusión de ideas y opiniones tiene como límites la vida privada de las personas, el insulto, la prohibición de cometer delitos y la restricción de perturbar el orden público. El acceso a la información pública debe obedecer a una cultura de transparencia y rendición de cuentas. El voto por Internet necesita medidas tecnológicas y campañas informativas para generar confianza en la ciudadanía. Por último, la educación exige asegurar el acceso a Internet a un mayor número de personas.

TE PUEDE INTERESAR: El derecho a la ciudad: un compromiso compartido

El próximo 17 de mayo, como cada año y por decisión de la ONU, se conmemora el día mundial de las Telecomunicaciones y de Internet. Este acontecimiento permite rememorar la importancia de Internet para los derechos humanos. Pero también, desde el quehacer científico, esa fecha debe llevar a resaltar las reglas en relación con la vigencia de los derechos humanos en ese entorno y los desafíos para hacerlos efectivos.

El reconocimiento del derecho de acceso a Internet por la Constitución federal y por la Carta de Derechos Civiles de Coahuila de Zaragoza supone un compromiso del Estado y de la entidad federativa en relación con el uso de las tecnologías. Ello implica además, en atención a la vinculación del sector público con los derechos y las libertades, una promesa por la consolidación de los derechos humanos. Sin duda, tales entidades están llamadas a adoptar medidas para que la falta de acceso a Internet por razones de género, generacional, territorial o capacidades especiales sea cada vez menor. Igualmente, desde otra óptica, se deben generar las condiciones para que el acceso a Internet sea de la mayor calidad y para todas las personas.

El autor es Investigador de la Academia IDH

Red social X: @jrbelandria

COMENTARIOS

NUESTRO CONTENIDO PREMIUM