Elección judicial: Entre el abstencionismo, los acordeones y el desinterés

Opinión
/ 2 junio 2025

Después de que se ha llevado a cabo la primera elección judicial de la era moderna en México, no queda claro que haya ganado la ciudadanía, mucho menos la democracia

Cuando hay una elección solemos usar una frase políticamente correcta, pero en ocasiones imprecisa: ganó la democracia y ganó la ciudadanía. Pero después de que se ha llevado a cabo la primera elección judicial de la era moderna en México, no queda claro que haya ganado la ciudadanía, mucho menos la democracia.

Casillas solas, con gente confundida que sacaba sus acordeones o su celular, indican que a la mayoría de la ciudadanía no le interesó votar. Y a los que sí fueron, los movieron principalmente las estructuras y, por tanto, el ejercicio estuvo lejos de ser algo ciudadano, salvo contadas excepciones.

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Hoy se festejarán los resultados con bombo y platillo por parte de la presidenta Claudia Sheinbaum y sus aliados, arguyendo que la ciudadanía eligió a sus jueces. Sin embargo, la celebración esconderá una gran verdad: que los ciudadanos no decidieron, salvo en muy contados casos, porque la cantidad de personas a elegir era tan elevadas que resultó imposible examinar con conciencia las opciones. Por ende, lo que imperó fueron los acordeones distribuidos por los partidos políticos −los cuales, por cierto, tenían prohibido participar−, que hicieron de los ciudadanos emisarios de los intereses de las cúpulas partidistas.

Yo me di a la tarea de realizar un voto consciente, por ende, leí los perfiles de muchos candidatos. Pero, aun cuando soy un lector comprometido y que me gusta decidir de manera informada, la tarea era imposible, porque si sumamos las personas que tuve que elegir ayer, fueron 141 mil 035 de forma personal en las seis boletas federales y 106 en planillas en las cuatro boletas locales.

Sólo para dimensionar, en el caso de las elecciones federales había 183 candidatas y candidatos entre los que podía elegir a los diferentes cargos. Y en el sitio Conóceles, del Instituto Nacional Electoral (INE), había en promedio 10 cuartillas de información por candidatura, lo que implicaba aproximadamente que una persona de mi distrito debía leer mil 830 cuartillas, tan sólo en el caso de las elecciones federales, para tener un panorama general y equitativo de todas las opciones, ello sin contar con la información que se encuentra por fuera y que suele ser la más útil.

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Resulta obvio decir que, a pesar de que indagué más allá que la mayor parte de los mexicanos, no leí mil 830 cuartillas para ejercer mi voto; busqué atajos, descarté y opté por quienes creí que eran los mejores, pero debo reconocer que parte de las opciones por las que voté las decidí con información incompleta.

Todo lo anterior nos lleva a un debate central que debió darse hace meses, pero que la mayoría de Morena y sus aliados aplastaron, y es si la elección de jueces es necesaria a futuro, porque, afrontémoslo, a casi nadie interesó y la gente no entendió por qué votaba. ¿Qué sentido tiene mantener un proceso que no empodera a los ciudadanos, sino que, por el contrario, resulta tan complicado que la forma en la que vota la mayoría es a través de acordeones que una minoría minúscula elaboró para orientar el voto?

victorsanval@gmail.com

@victorsanval

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Columna: Reinventando a Maquiavelo. Actualmente colabora como asesor en la Comisión Nacional de Seguridad. Cuenta con un Diplomado en Políticas Publicas impartido por el Colegio Nacional de Ciencias Políticas y Administración Pública. Amplia experiencia en el campo del periodismo editorial, con publicaciones en más de 10 medios impresos.

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