Estrategia contra la extorsión, ¿cómo va Coahuila?

El gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum presentó una estrategia nacional contra la extorsión. Y, como toda estrategia −la mayoría de las veces−, se escucha bien.

Se trata de una estrategia que aborda los ejes de inteligencia para desarticular redes, unidades estatales especializadas, campañas de prevención, congelamiento de cuentas, bloqueo de líneas telefónicas, operativos en penales y una línea nacional de denuncia.

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La extorsión es un delito que se suele asociar a las llamadas telefónicas o mensajes, es decir, desde el anonimato, a distancia. Pero el espectro de la extorsión tiene otra cara, la que se presenta en persona, la que ejercen grupos del crimen organizado con los llamados “cobros de piso” o “derecho de piso”; práctica en la que bajo amenaza se le exige dinero a comerciantes, transportistas, constructores o productores agropecuarios. Y es aquí donde se hace evidente la ausencia de un Estado incapaz de frenar que un sector de la población tenga que pagar dinero por trabajar, por cruzar una carretera o por aprovechar su derecho de agua.

Uno de los factores que más alimenta la extorsión es la impunidad, pues los grupos criminales recurren a la extorsión donde hay precisamente débil presencia estatal y escasa confianza en las instituciones.

Es, además, un delito que, por todo su contexto y precisamente por esa ausencia de Estado, suele tener una cifra negra alta. Quien accede al pago de cuota lo hace a sabiendas de que no existe protección de parte de quien debe dotarla. Y cuando hay intentos de extorsión vía telefónica, por ejemplo, si no se concretan, menos se denuncian.

Así mismo, la mayoría de las víctimas de extorsión no denuncia por miedo a represalias. La encuesta ENVIPE 2023 en México reveló que más del 90 por ciento de los delitos de extorsión no se denuncian.

AL TIRO

A propósito de la estrategia nacional, revisé las estadísticas en Coahuila. Y me sorprendió ver que, según las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), el 2024 fue el año con la mayor cantidad de denuncias por extorsión en la entidad en la última década, con 51 carpetas de investigación.

Es un delito que, desde 2015, la cifra más alta de denuncias había sido de 37 y la más baja, 21. Pero en general, antes de 2024, la cifra osciló entre las 30 y 37 denuncias por año.

En 2023, por ejemplo, se contabilizaron 30 denuncias, es decir, que para 2024 aumentó un 70 por ciento.

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El fiscal Federico Fernández ha asegurado que Coahuila está libre de “cobros de piso”, por lo que en ese sentido apunta a que estos aumentos se relacionan más con las extorsiones que se realizan a distancia, por llamadas o mensajes.

Sin embargo, sí es de llamar la atención el incremento, pues este año pinta igual que el 2024. Hasta mayo (la última actualización del SESNSP) la cifra de denuncias por extorsión era de 27, es decir, sólo son tres denuncias menos que en todo 2023, a falta de siete meses de registro.

Asimismo, significa que, de seguir la tendencia de estos primeros cinco meses, que es un promedio mensual de cinco denuncias, el registro podría superar al del año pasado.

Torreón es el municipio que encabeza la mayor cantidad de denuncias en el año, con 8; seguido de Saltillo, con 7. El año pasado, también Torreón encabezó el número de denuncias, con 18, seguido de Piedras Negras, con 12.

Es cierto que Coahuila no está entre las entidades del país con más denuncias por extorsión. De hecho, está muy lejos de las 583 denuncias que reporta Guanajuato (segundo lugar nacional) en cinco meses, o de las 324 en Veracruz (quinto lugar nacional). Coahuila ocupa actualmente el lugar 25 en el país en cuanto a denuncias por extorsión.

Bien, pero no deja de llamar la atención el aumento.