Gimme the power
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Todo el primer círculo de decisiones de obras y políticas de Andrés Manuel pasa por la SEDENA y MARINA.
Nos deja pasmados. Todo el primer círculo de decisiones de obras y políticas de Andrés Manuel pasa por la SEDENA y MARINA.
La interpretación es simple. Ni siquiera los afines a la 4T cumplen con sus cometidos. Le juegan sucio. Se apropian del dinero público. Lo meten a campañas de MORENA o para las cuentas personales en el extranjero.
Con las fuerzas armadas no se juega. Está el prestigio de la lealtad y el honor. Salvo las ya frecuentes apariciones de mandos medios y altos en asuntos de narcotráfico. Perseguidos y señalados en los Estados Unidos de América.
El paso de la Gendarmería Nacional a la SEDENA se ensaña con los civiles. Puede y lo hará sin duda, para mostrar su eficiencia. Atrapará a borrachines, a teporochos, bateadores de nivel bajo y consumidores de narcóticos.
Nada del otro mundo. Andrés Manuel, para los dos últimos años, los más difíciles. Desconfía de su círculo íntimo. Todos aquellos adoradores de su mesianismo. El poder es absoluto. Jamás se comparte. Nunca se le ofrece a sus cercanos.
El reconocimiento de facto, al impulsar también algunas carteras para ministros de la corte, donde sincera su corazón con un me equivoqué, es la frase del año.
Todo el poder al ejército y ministros, para que pronto nos vengan a cobrar, el derecho de vida.