Mirador 16/07/2025
COMPARTIR
Sé que hay hombres malvados –mujeres malvadas también hay–, pero pienso que el castigo para ellos está aquí. Ellos son su propio infierno
Este amigo mío con el que tomo la copa –varias– los martes por la noche se declara heterodoxo. Explica:
–La ortodoxia te ofrece un sólo camino; la heterodoxia muchos.
Ayer afirmó que el mejor negocio que se ha inventado en la historia de la humanidad es el infierno.
–Ha dado dinero a millones de predicadores –dice–. Y añade:
–Pienso que no se puede creer al mismo tiempo en el infierno y en un Dios de amor y de perdón. Es imposible aceptar que hay un castigo eterno para las efímeras culpas del humano. Sé que hay hombres malvados –mujeres malvadas también hay–, pero pienso que el castigo para ellos está aquí. Ellos son su propio infierno.
Aunque sus opiniones me sobresaltan –todavía llevo encima el catecismo– no discuto con él. A mí la heterodoxia me pone muy nervioso. En vez de rebatirlo le doy otro sorbo a mi copa. Nada como un trago para hacer pasar los malos tragos.
¡Hasta mañana!...