Modernización del transporte en Saltillo: ¿es ya una realidad inminente?

En junio del año pasado la administración municipal de Saltillo anunció que trabajaba en un ambicioso programa de modernización del transporte público local. “Nueva Estrategia para el Transporte” o NET, fue como se le bautizó e implicaría, se dijo entonces, una reingeniería total del sistema.

La noticia fue recibida con beneplácito, desde luego, pues si una solución resulta urgente en Saltillo es justamente la que demandan las decenas de miles de usuarios del transporte colectivo. Poco más, sin embargo, hemos conocido en medio año de este proyecto.

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Hasta ayer, cuando el alcalde José María Fraustro Siller anunció que en el primer bimestre del año veremos resultados concretos de este esfuerzo, aunque algunos detalles que comenzaron a conocerse este mismo martes dan para documentar el optimismo.

En primer lugar debe señalarse que el haber logrado superar el anquilosado modelo “concesión-unidad” representa un avance muy relevante en la dirección correcta. Y es así, porque justamente ese modelo, utilizado en todo el país por décadas, es el que mantiene al transporte público citadino anclado al pasado e impide su modernización.

De acuerdo con la información conocida, al menos 20 rutas de la ciudad han sido transformadas en empresas -empresas formalmente constituidas- y quienes detentaban las concesiones con las cuales operan aún las unidades del servicio público han pasado a ser “accionistas” de dichas empresas.

El cambio de concepción, de “concesionario” a “accionista” no solamente se ubica en el núcleo de la nueva estrategia para el transporte de Saltillo, sino que hace toda la diferencia.

¿Por qué? Porque eso permite que los hoy accionistas migren hacia un modelo de administración que dotará de flexibilidad al sistema, hará posible y fácil la inyección de capital -público o privado- a las nuevas empresas y permitirá gestionar el servicio de forma centralizada.

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Se trata de un enorme paso en la dirección correcta. Porque solamente la gestión centralizada, es decir integral, del sistema de transporte público permitirá que se modernice y se transforme en el sentido que sus usuarios demandan desde hace tanto tiempo.

Habrá que esperar, desde luego, a que el modelo arranque y sus resultados comiencen a ser palpables. En el camino seguramente surgirán dificultades y la transición no estará exenta de escollos. Pero todo hace indicar que los cimientos del nuevo sistema han sido construidos de forma adecuada y eso permite augurar que el edificio podrá sostenerse.

En otras palabras, todo hace indicar que el anuncio realizado hace poco más de medio año tenía buenos fundamentos y que en este tiempo las autoridades municipales han invertido bien el tiempo desactivando los múltiples elementos que pudieron echar a perder el proyecto.

Queda sólo esperar el arranque y que, a partir de este, el proceso de transformación se acelere y se note cada vez más.

Se trata de un enorme paso en la dirección correcta. Porque solamente la gestión centralizada, es decir integral, del sistema de transporte público permitirá que se modernice y se transforme en el sentido que sus usuarios demandan desde hace tanto tiempo.

Habrá que esperar, desde luego, a que el modelo arranque y sus resultados comiencen a ser palpables. En el camino seguramente surgirán dificultades y la transición no estará exenta de escollos. Pero todo hace indicar que los cimientos del nuevo sistema han sido construidos de forma adecuada y eso permite augurar que el edificio podrá sostenerse.

En otras palabras, todo hace indicar que el anuncio realizado hace poco más de medio año tenía buenos fundamentos y que en este tiempo las autoridades municipales han invertido bien el tiempo desactivando los múltiples elementos que pudieron echar a perder el proyecto.

Queda sólo esperar el arranque y que, a partir de este, el proceso de transformación se acelere y se note cada vez más.