Región Sureste: Trabajadores ‘foráneos’, ¿cómo impacta su presencia?

Opinión
/ 16 julio 2024

El arribo de personas de otras latitudes a la Región es una forma de enriquecimiento colectivo, pero el fenómeno también debe ser analizado para detectar oportunidades

La llegada a un territorio −nacional, regional o municipal− de personas nacidas y, sobre todo, formadas en otras latitudes constituye, en principio, una forma de enriquecimiento para las comunidades que los reciben. Esto es así, porque los conocimientos y experiencias que esas personas traen consigo contribuyen a ensanchar la cosmovisión local.

Ejemplos de ello hay muchos alrededor del planeta y nuestro país no es la excepción, sobre todo porque tenemos una larga tradición de apertura hacia el arribo de quienes, habiendo perdido en sus lugares de origen la posibilidad de una vida digna, han encontrado en nuestro territorio una oportunidad para rehacer sus historias personales.

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Desde esta perspectiva, el que la Asociación de Administradores en Recursos Humanos Coahuila Sureste (ARHCOS) dé a conocer que la cifra de personas provenientes de otras zonas del país y del mundo, que hoy laboran en la industria de la región, ha alcanzado el 25 por ciento del total, no debería causar ninguna preocupación.

Y es que la elevada migración de personal a las empresas que operan en el Sureste de Coahuila tiene dos causas principales, de acuerdo con Xavier Galindo, presidente de ARHCOS: el envío, por parte de las empresas internacionales, de ejecutivos y técnicos de sus países de origen, y un incremento en la oferta de empleo que ha rebasado a la demanda local.

Vale la pena, sin embargo, que las instituciones educativas y el sector público analicen más de cerca el fenómeno porque puede contener áreas de oportunidad que deben ser atendidas:

En primera instancia vale la pena tener claro cuántas de las personas, sobre todo de origen nacional, que han llegado a laborar en las empresas de la Región están desplazando a los profesionistas y técnicos que se forman en nuestras instituciones educativas y las razones de tal desplazamiento.

¿Están llegando personas con conocimientos y habilidades cuya adquisición y desarrollo se han descuidado a nivel local? ¿Estamos “importando” profesionistas en áreas que no se están ofertando a nivel local?

En segundo lugar, el fenómeno debiera dar lugar al diseño e implementación de políticas públicas más robustas en materia de empleo, es decir, a estrategias que se anticipen a las necesidades de las empresas cuya llegada a la Región está siendo promovida.

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Porque no se trata solamente de que la oferta laboral se incremente y que esta sea surtida, al final, de cualquier forma, sino de que los empleos generados se conviertan en un elemento transformador de las vidas de las personas ofreciéndoles la oportunidad, no de subsistir, sino de crecer y desarrollarse.

Hacer esto es indispensable para que la premisa inicial se cumpla: que el arribo de nuevos residentes a la Región se convierta en una fuente de enriquecimiento permanente de la comunidad porque nos hayamos convertido en un imán para atraer a las mejores personas del país y del mundo.

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