Reservas de Banxico: La alcancía gigante que mantiene firme al peso

Opinión
/ 8 agosto 2025

No es dinero decorativo. Las reservas internacionales son clave para defender el tipo de cambio... Si hay una crisis financiera o una jugada inesperada en los mercados, Banxico puede vender dólares y calmar los nervios, evitando que el peso se caiga

Las reservas internacionales del Banco de México son como tener una banca de lujo en el equipo nacional. No están en la cancha todo el tiempo, pero cuando el partido se pone difícil, son quienes entran a salvar el marcador. Son activos en moneda extranjera, principalmente dólares, que también incluyen bonos del Tesoro, activos internacionales creados por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y hasta un poco de oro, como ese jugador veterano que no pierde valor con los años.

Estas reservas no aparecen cada vez que ganamos puntos por exportar aguacates o por recibir turistas en la playa. Lo que pasa es que cuando entran dólares al país por exportaciones, remesas o inversión extranjera, esos dólares llegan a los bancos. Si hay excedente, el Banco de México puede comprarlos y guardarlos. Así como un buen entrenador que sabe cuándo reforzar su equipo, Banxico va armando su banca de reservas con visión de juego.

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No es dinero decorativo. Las reservas internacionales son clave para defender el tipo de cambio, como un portero bien parado que evita goles cuando el dólar se quiere ir hasta la tribuna. Si hay una crisis financiera o una jugada inesperada en los mercados, Banxico puede vender dólares y calmar los nervios, evitando que el peso se caiga de forma alarmante.

También sirven como fondo de emergencia para cubrir pagos internacionales. Imagina que el equipo tiene que pagar una multa o comprar equipamiento urgente: en vez de endeudarse, usa su guardadito. Eso genera confianza en los inversionistas, que ven a México como un equipo serio, con banca, táctica y plan B. Y ya sabemos que en los torneos importantes, eso hace toda la diferencia.

Claro, tener reservas también tiene su ciencia. No se trata sólo de acumular como si fueran trofeos. Hay que saber dónde invertirlas para que no pierdan valor. Por eso, Banxico las coloca en activos seguros, como bonos de Estados Unidos, para que estén listas para entrar al juego en cualquier momento. Son como esos jugadores confiables que no brillan en Instagram, pero siempre cumplen cuando los necesitas.

Actualmente, México tiene más de 200 mil millones de dólares en reservas. Una parte está invertida en oro, el equivalente al jugador experimentado que aporta liderazgo y estabilidad en momentos tensos. El resto son divisas y activos muy líquidos, siempre listos para entrar a la cancha si el marcador se complica.

Tener una buena banca no es sólo por lujo; es un seguro contra lesiones, malas rachas o errores arbitrales del mercado financiero. Y en una economía como la mexicana, abierta al mundo, con entradas y salidas de capital constantes, tener reservas es jugar con defensa sólida y portero de clase mundial.

Así que la próxima vez que escuches que Banxico acumuló más reservas o que usó parte de ellas, piensa que no es una jugada improvisada. Es parte de una estrategia defensiva para mantener el orden, proteger el valor del peso y asegurar que México pueda competir bien, incluso si el partido se pone feo.

Porque en la economía, como en el fútbol, no siempre se gana goleando. A veces, la diferencia está en saber cuándo meter a la banca para no perder el partido.

LinkedIn: Ricardo Ozuna

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Originario de Monclova, Coahuila, con sólida experiencia en análisis financiero y control de riesgos. Actualmente es docente en la Universidad Anáhuac en asignaturas de Finanzas, además de desempeñarse en el área de Auditoría en un consolidado grupo mexicano industrial e inmobiliario con presencia en más de 70 países. Su formación académica ha sido en la misma Universidad Anáhuac, siendo Doctorando en Sostenibilidad y Responsabilidad Social con enfoque en Finanzas Sostenibles. Cuenta con Maestría en Finanzas Corporativas y Bursátiles, y Licenciatura en Administración de Negocios en la que obtuvo mención honorífica y fue acreedor al premio de excelencia académica otorgado por la Universidad Anáhuac del año 2016 al 2019. Además cuenta con diversos cursos finanzas impartidos por el IPADE y la Universidad de Yale. Exseleccionado mexicano de atletismo en los 800 metros, apasionado por los deportes desde la infancia. Destaca por su capacidad para transformar datos en decisiones estratégicas y su compromiso con la ética y la sostenibilidad.

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