Saltillo: Movilidad urbana, ¿llegó un cambio en el enfoque?

Uno de los reclamos que con mayor vigor se han expuesto en Saltillo en los últimos años es el relativo a la mala calidad del sistema de transporte público local. Los usuarios se han quejado históricamente −y con razón− de que padecemos un servicio malo y caro.

Desde la cancha de la autoridad municipal el reclamo popular tuvo como respuesta, en su momento, la creación del Instituto Municipal de Transporte, entidad que debía ocuparse −al menos en teoría− de mejorar la calidad del servicio. La empresa, sin embargo, estuvo siempre condenada al fracaso y la evidencia de ello está a la vista de todos.

TE PUEDE INTERESAR: Retórica y realidad, ¿en verdad están separadas cuando se trata de Trump?

Y esto es así porque el problema ha sido históricamente mal enfocado: no se trataba −no se trata− de “administrar” el modelo de concesiones, creado como parte del esquema de organización corporativista de la sociedad, ideado en la cuarta década del siglo pasado por el entonces partido hegemónico.

Lejos de esta posibilidad, de lo que se trata es de ampliar la perspectiva y pensar en los términos que requiere una zona metropolitana en la cual viven más de un millón de personas en el siglo 21. Se trata de idear, y poner en práctica, un sistema de movilidad urbana.

Tal concepto va mucho más allá de la administración de un obsoleto sistema de concesiones, vinculadas a un individuo y a una determinada ruta que, por definición, no tiene en el centro de su concepción al pasajero y, sobre todo, no considera el transporte como un derecho.

Por supuesto que un sistema de movilidad urbana debe considerar la existencia de un sistema de unidades de transporte público, pero no se limita a ello, sino que considera también la amplia gama de mecanismos de traslado que podemos utilizar las personas para movernos dentro de la ciudad. Comenzando, desde luego, por el más esencial: caminar.

El prolongado liminar viene a cuento a propósito del reporte que publicamos en esta edición y en el cual se da cuenta de la creación del Instituto Municipal de Movilidad Urbana Sostenible (IMMUS) cuya presentación se realizó ayer y cuyo objetivo es justamente repensar, a partir de criterios modernos, la movilidad de las personas en la capital coahuilense.

Se trata, a no dudarlo, de una decisión acertada de la administración encabezada por Javier Díaz, razón por la cual hay que saludarla y plantearse, desde ahora, qué podemos −y debemos− hacer los ciudadanos para que avance con rapidez hacia buen puerto.

TE PUEDE INTERESAR: Saltillo: lanzan plan piloto para desfogar tráfico en El Sarape

La movilidad en las zonas urbanas del siglo 21 constituye uno de los desafíos más importantes para cualquier sociedad y es uno que debemos enfrentar en conjunto, pues no se trata solamente de una responsabilidad del sector público el asumirlo.

Y ya que se ha dado el primer paso, al apostar por un enfoque moderno y se ha creado una institución pública, cuyo mandato debe traducirse en el planteamiento de proyectos que transformen la realidad cotidiana, todos tendríamos que aprestarnos a empujar en esa misma dirección.