Soñar para construir en Maderas del Carmen

Opinión
/ 27 octubre 2024

Cómo son las circunstancias de la vida que, luego de años de esperar acciones en común para la protección y conservación de la cultura y naturaleza de la macroregión fronteriza norteña, ayer, en la parte más alta de la Sierra de Maderas del Carmen (una extraordinaria isla de cielo), nos reunimos los iniciadores del proyecto de un corredor oso negro-jaguar en Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas. Ser parte de un grupo núcleo de personas para soñar y construir juntos es una gran oportunidad.

Dos presencias fueron fundamentales, la de Pedro Álvarez-Icaza, comisionado de la Conanp, quien recomendó que todos los asistentes debían brillar sin ocultar talentos, y Lorenzo Rosenzweig, con 45 años trabajando en la conservación de la biodiversidad, quien habló de que participábamos en un proyecto de cocreación.

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Pero ¿cómo llegar a un proyecto sólido, con una hoja de ruta técnica, teniendo un propósito tan ambicioso que requiere de un fondo ambiental financiero inexistente en México? Se habló en la Cumbre Biocultural Oso Negro-Jaguar que el marco habilitador del proyecto es responsabilidad del sector público que debe dar soporte técnico y legal para consolidarlo.

Ahora bien, incorporar al sector turístico en temas medioambientales requiere de apoyos técnicos para construir un documento que pueda ser presentado a posibles instituciones financiadoras. Y estos mecanismos financieros deben ir de la mano de una gobernanza muy compleja, pero muy necesaria: desde la elaboración de cartas de intención hasta la firma de un memorando de entendimiento.

Se requiere de líderes que conduzcan el proceso y que representen no sólo al sector público, sino también al sector privado, que debe incorporar a empresarios sociales y a organismos de la sociedad civil, en este caso a Terra Habitus y a la Fundación Mundo Sustentable A.C., aunque deberán sumarse muchas más.

Rumbo a la formalización de un documento soportado por el respaldo de cinco gobiernos estatales, se requiere de una conectividad sólida. A la cumbre acudió Susana Estens de la Garza, quien presentó los programas que está desarrollando la Secretaría de Medio Ambiente a su cargo, en Coahuila; es notorio su compromiso real. También acudió Enrique Falcón, subsecretario de Infraestructura, y Miguel López, director general de Vinculación, de la Secretaría de Turismo estatal.

Enfoque, financiación y gobernanza son esenciales para que el Corredor Biocultural Oso Negro-Jaguar sea posible. Próximamente, se preparará una plataforma en común para que el trípode medio ambiente, turismo y economía se articule desde la empatía, como bien lo señaló Marisa Ortiz Mantilla, exsecretaria de Medio Ambiente del Estado de Guanajuato y hoy legisladora local. Juan José Álvarez Brunel, exsecretario de Turismo guanajuatense, junto con Marisa, convencieron a los presentes que la articulación es posible en el terreno de la realidad, pues apoyados por el organismo de cooperación alemán GIZ y la facilitación de la inspiradora Lorena Gudiño, lograron enriquecer la visión del turismo con el componente ambiental en el sexenio pasado.

Alberto Garza Santos, anfitrión de la cumbre, señaló que había que dejar la importancia personal de lado porque ninguna institución o persona podía secuestrar un propósito tan trascendente para el futuro de la naturaleza y población de los cinco estados representados. Por dicha, la reunión tuvo un formato abierto y flexible que permitió la construcción de un evento memorable e histórico.

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