Torreón: Planes de Desarrollo que no pasan del papel
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Todo parece más una carta de buenos deseos que de realidades. Presumir por presumir
En su primer informe de gobierno de su segundo mandato, el alcalde de Torreón, Román Alberto Cepeda, aseguró que uno de los avances más importantes fue la elaboración del Plan Municipal de Desarrollo 2025-2027, un documento, dijo, que “marca una ruta clara con indicadores precisos”.
El problema de ello es que en los documentos todo está bien. En los hechos, sin embargo, todo parece más una carta de buenos deseos que de realidades. Presumir por presumir.
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Un ejemplo es que tanto en el Plan 2025-2027 como en el anterior, el 2022-2024, ambos de administraciones de Román Alberto Cepeda, se afirma que se busca “un transporte público eficiente y accesible” y los dos promueven la movilidad no motorizada.
Nada más lejos de los hechos. Ni hay transporte público eficiente y accesible, ni hay promoción ni infraestructura de movilidad no motorizada.
El tema del transporte público estuvo ausente del informe porque está en el abandono. Durante todo el año, el alcalde presumió y aseguró que habría un proyecto de modernización del transporte –independiente del tema Metrobús Laguna–, pero sólo quedó en la saliva. Ni proyecto, ni plan, ni nada. Y en cuanto a la promoción de infraestructura no motorizada, salvo la ciclovía de 400 metros en el corredor Matamoros, en cuatro años no se ha destinado recurso a nueva infraestructura y la actual está cada vez más dañada.
Otro ejemplo es que ambos planes hablan de mejorar la infraestructura vial a través de “ambiciosos” programas de pavimentación y bacheo para alargar la vida útil de las vialidades. Vaya, en este tema basta apuntar en un mapa cualquier calle para darse cuenta de que lo plasmado en los documentos está lejos de la realidad.
Ambos planes se enfocan en la línea de la transparencia, rendición de cuentas y el combate a la corrupción. Nada de esto se cumple. El portal del municipio no publica ni difunde toda la información que por ley está obligado; muchas de las publicaciones tienen enlaces rotos; y en lugar de transparentar contratos, difunden convocatorias de licitaciones, cuya información está desfasada.
Hay similitudes en los dos planes de desarrollo porque es fácil armar documentos; lo complicado y el verdadero reto es hacer caso a los planes que se presumen. En esencia, el Plan 2025-2027 representa una continuación o intensificación de varias líneas de acción establecidas en el Plan 2022-2024, enfocándose en la seguridad, la infraestructura vial, la provisión de agua y el desarrollo social. El cambio principal reside en que el PMD 25-27 los consolida como “Proyectos Estratégicos” individuales para reforzar su enfoque.
AL TIRO
Esos “Proyectos estratégicos” son, por ejemplo, el Centro Cultural Norte, una propuesta que el alcalde viene diciendo desde al menos 2023, sin que hasta el momento se concrete nada. En su informe, hace unos días, el alcalde volvió a asegurar que ya se arrancaría –ahora sí– con el proyecto.
Otro proyecto es el “100 plazas Más”, también presumido en su primer informe, donde asegura se equiparán 100 plazas con mobiliario urbano como bancas, juegos infantiles, ejercitadores y luminarias, además de llevar a cabo acciones de reforestación en coordinación con los vecinos. Sin embargo, en su tercer informe, hace un año, presumió que su gobierno había rehabilitado 450 plazas públicas y construido 60 nuevas, aunque no existe evidencia de esto.
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Un anuncio que hizo en su informe, pero que no está en su Plan Municipal, es la construcción del Distribuidor El Campesino, “una de las obras más esperadas que dará solución a más de 90 mil vehículos diarios”. Eso se dijo de la obra del Giro Independencia y no solucionó nada.
Mientras la administración insista en gobernar a partir de expectativas y no de realidades, cualquier Plan Municipal, por más “estratégico” que se ostente, seguirá siendo eso: una promesa que no llega a la calle.