César Ledesma, el artista de 90 años que creó al Indio, al Español y al Cristo de las Galeras
Originario de Ciudad de México, este creador ha vivido en Saltillo la mitad de su vida y es donde se encuentra la mayor parte de su legado, así como su vocación por la enseñanza
El arte público se convierte en ícono del lugar donde está emplazado, de eso no hay duda. Pero si en Saltillo miramos al poniente, sobre el Cerro del Pueblo, al ver la silueta del Cristo de las Galeras, es probable que no pensemos en su autor. Lo mismo si entramos a la ciudad por el oriente, desde Arteaga, en el límite de ambos municipios y somos recibidos por las esculturas del Indio y el Español que tanto han movido durante las últimas décadas.
Esta situación aplica para todo el arte urbano, cuyo autor puede quedar en el anonimato o con un bajo perfil. Lo curioso para estos dos ejemplos es que ambos son del mismo creador, un artista originario de Ciudad de México que hace poco cumplió 90 años y sigue muy activo: César Ledesma.
Una vida dedicada al arte
“Desde la primaria empecé a hacer arte”, recordó el maestro en una entrevista con VANGUARDIA. Nos recibió en su hogar, que además de acogedor es también sitio de exhibición para algunas de las obras que ha realizado a lo largo de más de siete décadas de trayectoria.
“Tuve como maestro de dibujo a Máximo Pacheco, que fue uno de los primeros de ayudantes de Diego, pero ya anciano se fue como maestro de primaria. En aquel entonces se inauguraba un programa sobre los Niños Héroes y yo pinté un cuadro y me saqué un premio en Bellas Artes”, compartió sobre sus inicios.
Si bien la pasión continuó, sus estudios profesionales no iniciaron en la plástica, sino en las literatura, pero sin alejarse nunca del arte. Entro a la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM —le tocó estrenar la Ciudad Universitaria— y ahí estudió la carrera de Letras Españolas, sin dejar nunca de pintar, hasta que eventualmente entró a la Academia de San Carlos.
“Ahí hice grandes reproducciones. Con mis tíos aprendí a reproducir, ellos hacían los dibujos y los pintaban en grande en las paredes. Yo hice unos carteles muy grandes, reproducciones de grabados de Leopoldo Mendez”, relató.
Además de esto fue alumno y colaboró con otros artistas como Federico Canessi, Francisco Zúñiga y Diego Rivera, lo que amplió sus habilidades y pensamientos, además de que lo llevó a experimentar con muy distintas técnicas, presentes ahora en la diversidad de su obra, que puede ir de lo más figurativa y académico, a lo expresionista o abstracto.
El viaje al norte
Su conexión con Coahuila llegó de la mano del ex-gobernador Óscar Flores Tapia, con quien colaboró con sus imprentas en la Ciudad de México. Él fue quien le comisionó la creación de las esculturas en concreto conocidas como El Indio y El Español, que actualmente custodian la entrada de la ciudad por la carretera a Arteaga.
Sin embargo, se quedó porque se casó con una profesora saltillense, a su vez amiga de la esposa de Flores Tapia, así como porque el mandatario le consiguió una plaza de maestro en la capital coahuilense, dando clases de dibujo industrial en un programa de formación técnica que tenía entonces el Instituto Mexicano del Seguro Social.
“Me dediqué a dar clases, más que a interesarme por la creación, pero claro, pinté muchísimo”, aseguró.
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Prolífico y activo
A sus 90 años el maestro Ledesma continúa realizando nuevas obras. De hecho, hace unas semanas la Pinacota de Tamaulipas, en Ciudad Victoria, inauguró una exposición retrospectiva de su trabajo y desde hace algunas ediciones VANGUARDIA está publicando dibujos que realiza con una técnica en la que las figuras son hechas con una línea continua.
“La última serie que hice es una muy interesante, se llama ’32 mapas cartográficos artísticos de México’, donde descubro que los 31 estados más la Ciudad de México tienen formas artísticas”, explicó sobre la serie de pinturas en las que parte de la silueta del territorio de cada entidad para crear una imagen única, muchas veces representativa de la cultura o identidad del lugar.
A lo largo de su carrera César Ledesma ha formado a otros artistas, se ha codeado con unos más, ha entablado amistad con destacados creadores pero sobre todo nunca ha parado de trabajar. Y ahora, aunque está jubilado, sigue dedicando unos cuantos trazos más al mundo y a la ciudad que lo acogió desde hace tanto.
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