¿Coahuila se está quedando sin festivales de arte y cultura?

Hace una semana se viralizó entre la nostalgia un póster de la edición 2014 del Rockoahuila Fest —que no se realiza desde el 2018—, que trajo a la ciudad bandas destacadas de la escena musical nacional del momento, como Pxndx, Jumbo y División Minúscula. La publicación llegó en un momento en que otros festivales y encuentros artísticos han sufrido un fin similar y mientras el gremio teatral lucha porque no le ocurra lo mismo a la Muestra Estatal de Teatro (MET).

El verano, tras años de ser una temporada muy activa en Coahuila y en especial en Saltillo, con la oferta de eventos como el Festival Internacional de Guitarra de México, el Festival Internacional de las Artes de Saltillo (ahora FINA), el Encuentro de Arte Vocal Artescénica, el Zapal Fest y la MET, entre otros, ocurriendo de manera paralela o uno detrás de otro, ahora solo tiene tres: el de Guitarra, la FINA y la Expo Feria Saltillo, con sus altibajos.

A estos se sumaban en el otoño el Festival Internacional de las Artes Julio Torri (FIAJT), el Festival Cultural Infantil y Juvenil La Maroma, el Festival de la Palabra Enriqueta Ochoa, sin tomar en cuenta la gran apuesta de la primavera en la Feria Internacional del Libro Coahuila, la única que sobrevive de estas.

Era una época de bonanza, sin duda, sobre todo considerando que la mayoría de estas eran organizadas directamente o en colaboración con la Secretaría de Cultura de Coahuila (SC), con muchas de ellas presentes en todo o casi todo el estado. ¿Es posible que tanta oferta vuelva?

EL COSTO DEL ARTE

El presupuesto para llevar a cabo estos festivales superó en ocasiones los 20 millones de pesos, como el caso del FIAJT, aunque muchos de ellos lograban su cometido con solo un par de millones. El resultado dependía de cada propuesta, pero en general era acercar propuestas artísticas, tanto de creadores locales como de talla nacional e internacional a los coahuilenses.

Otros, como Artescénica, cuyo presupuesto llegó a rondar los 10 millones de pesos, becaba a jóvenes de México y Latinoamérica para que se formaran como cantantes de ópera en un curso intensivo de un mes en Saltillo, junto a los mejores maestros vocales del mundo.

La Maroma, con casi 4 millones de pesos en promedio, atendía al público infantil y juvenil, que a veces queda relegado o de plano excluido ante las propuestas pensadas para el público adulto. Este permitió que se acercaran al arte y la literatura miles de niños y jóvenes coahuilenses.

Tras el inicio del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador los presupuestos federales —de los cuales se nutrían en gran medida— comenzaron a menguar y con la llegada de la pandemia la situación empeoró para la cultura. Sin embargo, los estudios sobre gestión cultural indican que el presupuesto se tiene que pelear, pues de otra manera una actitud pasiva solo podrá trabajar con lo mínimo que el gobierno o la iniciativa privada este dispuesto a soltar.

“Sabemos que son programas muy exitosos, que han dado buen resultado, pero infortunadamente, por las condiciones económicas y la austeridad en la que estamos... los recortes que le ha hecho a Coahuila el Gobierno Federal afectan mucho a la Secretaría a mi cargo y estos programas los vamos a tener que poner en pausa”, comentó para VANGUARDIA la Secretaria de Cultura, Esther Quintana, a inicios de año, al hablar sobre la posibilidad de retomar el FIAJT y el Premio Internacional Manuel Acuña de Poesía en Lengua Española.

Para algunas personas la excusa de que “no hay presupuesto” o que “los recortes federales” han afectado las arcas ya no son suficientes.

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Así ha quedado claro las últimas semanas, sobre todo en comentarios en redes sociales, donde hay cada vez más preocupación por la supervivencia de la MET, que a pesar de contar con un presupuestos de 1 millón 200 mil pesos, según reportó la SC al Consejo Ciudadano de Cultura en marzo, no ha lanzado la convocatoria.

Sin embargo, en esta situación el gremio cultural está luchando para evitar que desaparezca, mientras que muchos de los otros festivales antes mencionados ya solo quedan en la memoria.