Legado cultural, la otra catástrofe de la invasión rusa en Ucrania

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La invasión militar emprendida por Rusia en Ucrania no solo está poniendo en peligro las vidas de millones de personas sino que también ha dejado al borde de la destrucción su rico legado histórico y cultural milenario.
La invasión rusa en Ucrania se ha cobrado la pérdida de miles de vidas humanas y millones de desplazados y refugiados que ya superan los 10 millones de personas, entre los que lo han hecho dentro, y fuera, del país. Además, el avance de las tropas de Putin y los bombardeos indiscriminados han dejado gravemente dañado parte de su rico legado cultural milenario. Algunos de ellos, ocho en concreto, forman parte de la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Precisamente este organismo internacional ha alertado sobre esta agresión al patrimonio ucraniano, y tras hacer una evaluación de daños, ha mostrado su preocupación por los severos destrozos causados en ciudades como Járkov y Chernihiv por lo que hablan ya de una posible “catástrofe cultural” por los daños causados a su legado histórico y monumental, en especial obras arquitectónicas y escultóricas más vulnerables y difíciles de proteger durante más de un mes de bombardeos.

Por su parte, en un reciente listado de bienes ucranianos destruidos por el ejército ruso, hecho público por el Ministerio de Cultura de Ucrania, figuran el extraordinario edificio de la Sociedad Filarmónica de Járkov, destrozado casi en su totalidad por los bombardeos rusos o el Museo de Ivankin, cerca de Kiev, que albergaba una importante colección de pinturas de la artista ucraniana Maria Prymachenko, muy popular en Ucrania, ahora destruido.
Y si su Filarmónica ha quedado prácticamente destruida, toda la ciudad de Járkov, la segunda más grande y una de las más bellas de Ucrania, que albergaba bellas catedrales, templos y barrios históricos, uno de ellos ejemplo de la arquitectura “art noveau” de finales del siglo XIX y principios del XX, destino obligado de turistas junto a la capital del país, ahora es en estado irreconocible entre lo arrasado y los andamiajes y pilas de sacos terreros con los que se intentan proteger los monumentos.
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Lo mismo le ha ocurrido a la ciudad histórica de Chernihiv, la que fuera uno de los principales centros políticos y culturales de Ucrania desde la Edad Media hasta el siglo XVIIl, la que presumía y con razón, de poseer uno de los más bellos cascos históricos originales, muy bien conservado, forma parte ahora de las ciudades a reconstruir.
Y estos son solo algunos de los tristes ejemplos del patrimonio cultural que el mundo ha perdido desde que Putin ordenó invadir Ucrania.
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BIENES UCRANIANOS DECLARADOS PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD
Un reciente comunicado del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, organismo que asesora a la UNESCO, en el que alertaba precisamente sobre el riesgo de afectación al patrimonio cultural, recordó que Ucrania posee más de 140,000 sitios patrimonio cultural y 132,000 monumentos históricos o arqueológicos. De ellos, ocho forman parte de la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Recordemos algunos.
Los primeros conjuntos monumentales en ser reconocidos Patrimonio de la Humanidad fueron dos joyas de Kiev, ambos en 1990: la Catedral de Santa Sofía y el Monasterio de las Cuevas. La primera, proyectada para rivalizar con Santa Sofía de Constantinopla (hoy Estambul), la catedral de Kiev era el símbolo de la “Nueva Constantinopla”, denominación dada a la capital del principado de Kiev, creado en el siglo XI.
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Se trata de un complejo religioso que deslumbra a los visitantes por sus numerosas cúpulas doradas y verdes y por sus 260 metros cuadrados de mosaicos dorados ricamente coloreados de santos, con 3.000 metros cuadrados de frescos originales de su interior, todo un símbolo religioso y patriótico para los ucranianos.
De las iglesias que forman el complejo monástico, la Catedral de la Asunción (Dormición, para los ortodoxos) es la principal. Fue construida entre 1073 y 1078 y quedó totalmente destruida en noviembre de 1941, durante la Segunda Guerra Mundial por las tropas soviéticas... Su reconstrucción tardó en realizarse; no se abordó hasta 1988 y quedó terminada en 2000.
Otra de las joyas de Ucrania es Lviv o Leópolis, situada al oeste del país, a unos 70 kilómetros de la frontera con Polonia, en concreto su casco histórico ya que mantenía intacta su topografía medieval, del siglo XIII, junto a edificios renacentistas y barrocos, otro de los destinos turísticos obligados al visitar Ucrania y más desde que en 1998 fuera declarado, su caso histórico, Patrimonio de la Humanidad.

Considerado ‘el corazón de Ucrania’ por las huellas de las diferentes poblaciones que allí han coexistido: ucranianos, rusos, austriacos, polacos, italianos o alemanes, la ciudad salió prácticamente ilesa de la Segunda Guerra Mundial.
En la región del Cárpatos, entre Ucrania y Polonia, se levantan 16 “tserkvas” o iglesias ortodoxas y católicas construidas con troncos de madera, entre los siglos XVI al XIX, siguiendo la tradición autóctona mantenida fielmente a su estilo a lo largo del tiempo, mérito por el que fueron incluidas en 2013 en la lista de Patrimonio de la Humanidad.
En la península de Crimea (autoanexionada a Rusia por Putin) se encuentra Quersoneso, antigua colonia griega fundada en el siglo V a.C. en la costa del mar Negro, a las afueras de Sebastopol apodada la “Pompeya ucraniana”. Permaneció como centro de intercambio entre griegos, romanos y bizantinos y las poblaciones del norte del Mar Negro, un ejemplo de organización vinculada a la antigua polis griega, Patrimonio de la Humanidad desde 2013.
INCUMPLIMIENTO RUSO
Rusia forma parte de la Convención de Patrimonio Mundial de 1972 por lo que estaba obligada a proteger los bienes culturales en caso de conflicto y en especial los sitios del Patrimonio Mundial inscritos en la famosa lista de la UNESCO por ser “valor universal excepcional de toda la humanidad”.
También lo marca así el artículo uno de la Convención de La Haya de 1954 que insta a que en caso de guerra se actúe en estricto cumplimiento de sus responsabilidades para salvaguardar todos los bienes culturales.
Varias organizaciones internacionales dieron la voz de alarma ante esta situación. Mientras la UNESCO, junto a las autoridades ucranianas, trabajaron a contrarreloj para señalar los lugares y monumentos con un emblema o “Escudo Azul” que evitara ser blanco del fuego ruso, algo que no se ha respetado. La Alianza Internacional para la Protección del Patrimonio en Zonas en Conflicto (ALIPH) destinó una dotación inicial de emergencia de dos millones de dólares para ayudar a recomponer el patrimonio ucraniano.
DESTACADOS:
+ Ucrania posee un numeroso patrimonio histórico-artístico y arquitectónico que reflejan su pasado milenario. La invasión rusa ha arrasado desde su inicio el pasado 24 de febrero gran parte de su territorio. Muchos de sus monumentos, edificios históricos, catedrales e iglesias han sufrido importantes daños ante los indiscriminados bombardeos rusos.
+ El legado arquitectónico y escultórico, el más expuesto si cabe al avance del ejército ruso, lleva más de un mes en riesgo de ser destruido y mientras algunos han sido ‘tocados’ en parte, o en gran parte, otros han sido arrasados totalmente.
+ La UNESCO alertó sobre la agresión al patrimonio ucraniano, y tras hacer una evaluación de daños, ha mostrado su preocupación por los severos destrozos causados en ciudades como Járkov y Chernihiv por lo que hablan ya de una posible “catástrofe cultural”.
Por Amalia González Manjavacas EFE/Reportajes