El lugar está centrado en la comida “como medicina” o comida “reparadora” y se basa en verduras y hongos, cultivados tanto mediante acuaponía, como mediante agricultura ecológica
Eindhoven, situada en la provincia del Brabante del Norte (Países Bajos) y con una población de más de 220 mil habitantes, es la quinta ciudad más poblada del país europeo. Es conocida por ser un centro donde se fusionan el diseño y la tecnología, y donde bullen la creatividad y la innovación, en todos los ámbitos, incluida la comida.
Una reciente muestra de ello es PhoodKitchen, (https://phoodkitchen.com) considerado como el primer restaurante-granja acuapónico del mundo.
Se trata de un establecimiento donde la comida local se nutre con las nuevas tecnologías desarrolladas en la propia Eindhoven, y donde se sirven los alimentos recolectados diariamente en la granja acuapónica que se encuentra en la planta inferior del local.
El calificativo “acuapónico”, que identifica a este restaurante, proviene de “acuaponía”, un método de producción integrada y sostenible de alimentos que combina la acuicultura (cría de peces) y la hidroponía (cultivo de plantas sin suelo agrícola).
Con este método, los desechos de los peces alimentan a las plantas y, a su vez, las plantas limpian el agua para los peces.
En la acuaponía no se utiliza tierra como sustrato para cultivar las plantas comestibles, sino que las plantas se nutren y fertilizan con el agua enriquecida con los nutrientes provenientes de las secreciones de los peces criados allí.
UN CÍRCULO VIRTUOSO.
Las raíces de las plantas, colocadas en extensas bandejas o “camas”, reciben una solución nutritiva y equilibrada de los elementos químicos esenciales que requieren para desarrollarse.
El sistema funciona de la siguiente manera:
Los peces crecen y se alimentan en unos tanques o depósitos de acuicultura, generando nutrientes que se quedan en el agua.
Una vez filtrada, el agua residual del tanque de acuicultura, pasa a los cultivos hidropónicos, donde los vegetales aprovechan sus nutrientes como un fertilizante y sus raíces limpian el agua, que regresa depurada al tanque de los peces, completando el ciclo.
El restaurante The PhoodKitchen ocupa una enorme y antigua planta lechera. Desde el espacio del comedor, los invitados pueden mirar hacia abajo, donde crecen verduras de hojas verdes en dos mesas diseñadas para la agricultura acuapónica, informa The Washington Post (TWP) que ha reseñado el establecimiento.
En el restaurante dirigido por Tim Elfring y Sabine Feron se puede almorzar comiendo un plato de arroz con coco y pollo hecho con col rizada cultivada en la adyacente granja acuapónica (Phood Farm), donde se cultivan unos 90 kilos de verduras a la semana, según TWP.
El restaurante abre durante el verano un espacio al aire libre con un sector cubierto por una tienda y un pabellón para cenar. Más allá de ese perímetro hay una gran zona industrial, que Elfring está ayudando a convertir en una incubadora para empresas de alimentos innovadoras, acorde con el espíritu vanguardista y pujante de Eindhoven, situada a 110 kilómetros de Ámsterdam.
ALIMENTOS CULTIVADOS EN AGUA.
La acuaponía es un ciclo que Elfring y Feron desarrollan con amor, cuidado y respeto por la naturaleza y el medio ambiente, obteniendo alimentos que después transforman en platos no procesados, en su gran mayoría crudos, y que también incluyen ingredientes cosechados a diario y provenientes de productores ecológicos de los alrededores de la ciudad.
El menú de PhoodKitchen, que se ubica en la antigua fábrica de la firma neerlandesa de productos lácteos Campina, está centrado en la comida “como medicina” o comida “reparadora” y se basa en verduras y hongos, cultivados tanto mediante acuaponía, como mediante agricultura ecológica en tierra (utilizando recursos naturales, sin emplear productos químicos).
En este restaurante se promueve la salud y la creación de una sociedad armoniosa y el comensal puede ver el origen de parte de lo que come, ya que las mesas tienen vistas al vivero de cultivos acuapónicos.
También se pueden degustar platos de carne y caldo de huesos, producidos localmente y de modo orgánico, es decir, de animales alimentados sin productos químicos ni hormonas.
Es una propuesta que se complementa con diversas actividades y talleres semanales de taichí, una práctica gracias a la cual Elfring y Feron se conocieron en Inglaterra, cuando estudiaban esta gimnasia china de movimientos lentos y coordinados, pasando a convertirse en socios en la vida y en los negocios.